miércoles, 13 de agosto de 2008

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jueves, 26 de junio de 2008

Investigación HISTORIA DEL ROCK EN CUBA











La Habana
– Cuba, 28 de Mayo 1999
CAPITULO I

EL ROCK

Antecedentes históricos, sociales, marco geográfico y corrientes culturales vinculadas con el movimiento

Rock, término que agrupa de un modo general el conjunto de corrientes musicales que surgen mediado el siglo en Estados Unidos. Considerado sinónimo de la "música del siglo XX", el rock pierde con los años el marcado carácter anglosajón que tiene en sus orígenes para transformarse en un lenguaje universal y sometido a continuo cambio.

Al surgir de un modo espectacular y desarrollarse en principio como un fenómeno de masas que trastornó la vida y los ideales de América, no puede considerarse como un movimiento musical en sentido estricto. Sus raíces son tan plurales que sintetizan las principales ramas de la llamada música popular estadounidense, sobre todo el blues, el rhythm and blues, el gospel y el country and western.

No obstante los evidentes vínculos que posee con las más profundas esencias de la música de los negros afroamericanos, el rock es en realidad el resultado, tras una larga síntesis que se inicia con el siglo, de la adaptación de estas fuentes a una concepción y una estética “blanca”, lo que generó las primeras actitudes públicas de rechazo, algunas de ellas muy conflictivas. Si el compositor y bluesman negro Muddy Waters, (1915-1983), lo consideraba como “un hijo del rhythm and blues al que llamaron rock”, numerosas organizaciones racistas estadounidenses afirmaban con desprecio y energía, según sus panfletos y los abundantes testimonios de sus líderes de entonces, que representaba la música que “rebajaba al hombre blanco a la categoría del negro”. La variante, en cualquier caso, de acuerdo con estas interpretaciones, radicaría en el hecho de que la base del rock, el viejo blues, estaba revisada, para mayor gloria de la raza blanca, a través de inyecciones de ritmo tan pronto más dulce, como de andanadas de sonido estridente, rápido y energético.

Esta síntesis ligera de blues y rhythm and blues, como se la denominó durante mucho tiempo, hallaría su ídolo fundacional a mediados de los años cincuenta en la figura de Elvis (“The Pelvis”) Presley (1935-1977), aun cuando desde la primera grabación de blues registrada en la historia (“Crazy Blues”, un tema cantado en 1920 por Mammie Smith) hubieran pasado casi tres decenios.

Esta vía de “desencuentro”, conforme con sus raíces negras, la seguirían cantantes como Bessie Smith (“la Emperatriz del blues”), Billie Holiday, Little Richard y, ya en la esfera de la música de finales de los sesenta cantada por mujeres blancas, Janis Joplin. Para entonces, por los espasmódicos bailes que suscitaba en grandes masas de jóvenes y sus ritmos trepidantes, el rock se había transformado en algo más que música, era rock and roll (mecer y rodar), energía en estado puro.

Elvis, el elegido

La fortuna esperaba a Elvis Aaron Presley, nacido en Tupelo, Mississippi, en enero de 1935. Pertenecía a una familia humilde del Sur americano (white trash, “basura blanca” para los herederos de los ideales esclavistas de la Confederación) que se estableció en Memphis en 1948, pero en 1954 ya cantaba y grababa temas de Arthur Crudup y Bill Monroe, oscilando entre el blues, el gospel y el country rural.

Por aquella época el propósito de algunas compañías discográficas, ante la decadencia del country —el año nuevo de 1953 fallecía Hank Williams—, consistía en descubrir a cantantes que expresaran “sentimientos blancos” con fuerza, voces y corazones negros, y Elvis resultó el artista elegido en una época en que ya gozaban de relativo crédito solistas como Jerry Lee Lewis, “el Asesino” (1935), Carl Perkins (1932), Johnny Cash (1932), Roy Orbison (1936) y Chuck Berry (1931). Salvo Berry, apoyado por Muddy Waters y una discográfica independiente de Chicago, los demás coincidirían en sus primeros trabajos al grabar en 1955 con el sello Sun Records, y de ahí nació la primera leyenda de los cinco pioneros o, en cualquier caso —en palabras de Jesús Ordovás—, de “los cinco grandes creadores del rock and roll”. Pero Elvis, gracias a su participación en diversos espectáculos masivos de Nashville a principios de 1956, de clara significación country, pudo renunciar a su condición de héroe local que goza del interés de una audiencia reducida pero fiel, y con habilidad, apoyándose en su tema “Heartbreak hotel”, atípico en el contexto donde lo presenta, deslumbra, hipnotiza a masas de quinceañeras y se alza con un triunfo que le catapulta en cuestión de pocos días al primer puesto de la lista de éxitos de Estados Unidos.

Con “Heartbreak hotel” estalla el fenómeno de los teenagers (seguidores jóvenes de edades comprendidas entre los 13 y los 19 años, cifras que en inglés concluyen en teen), que dará el espaldarazo al joven y tímido cantante procedente de los más bajos estratos sociales, reconvertido en escasas semanas en ídolo de multitudes de jóvenes que ven personificado en él, hábil vocalista, diletante, bromista de gesticulación agresiva, y dado a las audacias sensuales en directo, al rebelde blanco que alcanza el irrenunciable sueño americano: triunfar. En 1955 había fallecido en accidente automovilístico James Dean, encarnación mítica y cinematográfica de la juventud rebelde y “sin causa”. Elvis Presley tenía una causa, el rock, y transmitía inconformismo, ansia de rebelión y juventud.

Estrella del rock

Entre 1955 y 1958 el ascenso de Elvis es imparable: es un mito, un ídolo que rinde buenos réditos, pues cualquiera de sus canciones, que no se atienen a un estilo único o definido, logra ventas millonarias (ya contratado por Radio Corporation of America, RCA) y gana la devoción de millones de personas, dentro y fuera de su país. Las canciones, la histeria colectiva de sus seguidores en los conciertos y en consecuencia, la comercialidad, llaman a las puertas del cine, y las películas (El barrio contra mí, El rock de la cárcel) se convierten en un medio privilegiado para gozar del magnetismo espasmódico del que ya empieza a ser llamado, en perjuicio no sólo de Chuck Berry, Bill Haley, Jerry Lee Lewis, Roy Orbison, Cash y Perkins, sino de talentos que se incorporan a los insólitos ritmos frenéticos y juveniles de estos años (como Buddy Holly, Gene Vincent, Eddie Cochran, Ritchie Valens, Johnny Burnette, entre muchos otros), el “rey del rock”. Elvis no es sólo una voz ni una capacidad para enloquecer al público mediante sus atrevidos movimientos —se prohibió emitirlos por televisión— y temas tan dulces o sinuosos como “Love me Tender”, “Teddy Bear”, “Hound Dog”, “Jailhouse Rock” y “King Creole”: es una imagen, el remozado símbolo de la juventud, el carisma de la "Gran América", pero no por ello puede dejar de cumplir con la patria como soldado.

Es en 1958 cuando Elvis se incorpora al ejército, para volver a su país dos años después y codearse con mitos de otras generaciones e integrarse en la sociedad de las “grandes estrellas”: Frank Sinatra, Ann Margret, James Brown, Ed Sullivan, y multitud de personalidades estadounidenses le trataban como a un igual.

Elvis se plegará a partir de entonces, coincidiendo con un “reblandecimiento” de las líneas maestras del rock, en una dinámica por la que habrá de rodar tres películas al año, grabar algunos discos en tanto espacian cada vez más sus actuaciones en público. Instalado en su mansión de Memphis, Graceland, dará sus conciertos en Las Vegas.

Habrán de transcurrir 10 años para que se produzca su reaparición pública, con la grabación de “In the Ghetto”, que le vuelve a situar en el primer puesto de las listas de éxito. Paralelamente, en el panorama del rock se han sucedido fenómenos trascendentales hacia los que “el Rey” se muestra ajeno, por la comodidad de su status de héroe popular indiscutido, crooner (cantante melódico-romántico) ocasional y nostálgico de las melodías religiosas de su infancia: la eclosión de la música de los sesenta, la aparición de Bob Dylan, The Beatles, Van Morrison, The Who, The Band, The Rolling Stones, The Kinks, Yardbirds, por ejemplo, no reflejarán su influencia más allá de un reconocimiento de carácter generacional, pues según repetida expresión de la época, “todos habían crecido con Elvis”. Tras brindar su apoyo a la dura política internacional de Richard Nixon, presidente de Estados Unidos, y prestarse a colaborar como agente federal en la lucha contra el tráfico de drogas en su país —pidió armas y placa al presidente en persona, ¡tras ser desestimada su propuesta por el FBI!— la decadencia de Elvis Presley fue imparable. Consumido por su adicción a los fármacos y el alcohol, vencido por el insomnio y las depresiones, sucumbió en la madrugada del 16 al 17 de agosto de 1977 en su finca de Graceland.

The Beatles

Desde principios de los sesenta el factor más destacado en el panorama del rock estriba en lo que ha venido en denominarse la “respuesta británica”, expresión que engloba las numerosas formas en que los músicos ingleses asumieron las rutilantes novedades procedentes de Estados Unidos.

La aparición de The Beatles en 1962, tras diversas intentonas previas para formar una banda estable, estimuladas por el inquieto John Winston Lennon (tuvo nombres como The Quarrymen o Johnny and the Moondogs, 1956-1959; Long John and the Silver Beatles, 1960; Beat Brothers o The Cavern, 1961, y The Silver Beatles, 1962) a quien secundaban de una forma regular Paul McCartney y George Harrison y con menor frecuencia el bajista Stu Sutcliffe y el batería Pete Best, supuso el germen de la “revolución británica del rock”. Estos jóvenes de Liverpool realizaron diversas giras por Escocia y Alemania, grabaciones como grupo de apoyo de figuras de segunda categoría, hasta hallar en Brian Epstein al productor idóneo e idílico que llevará su carrera al estrellato.

A partir de ese momento, guiados por Epstein, con un nuevo y potente batería llamado Ringo Starr, graban en los dos años siguientes más de 60 temas. El punto de partida es “Love me Do”, del que se venden más de 10.000 copias. El paso siguiente será el cine, de la mano del realizador Richard Lester (Qué noche la de aquel día, 1964 y Help!, 1965), en un tono muy distinto al que caracterizó la variable y populista carrera de Elvis en este campo. Es a través de las películas y de la denominada “beatlemanía” que recorre el mundo, que la suma de individualidades que cristaliza en la banda se diversifica: Lennon actúa como líder conciso pero agresivo tras su aspecto tímido e intelectual; Harrison es el inquieto del conjunto, interesado por el country y el orientalismo; el feo Ringo Starr es el desenfadado, un juerguista que descarga su fuerza en el escenario; Paul McCartney, atraído por el mercado discográfico —o quizá fascinado— no oculta su interés por componer temas estándar, en consonancia con las demandas del público adolescente, visibles en las listas comerciales. Son cuatro mundos muy distintos que acabarán por tomar rumbos divergentes.

En 1964 el poeta beat Allen Ginsberg declarará que “la conciencia universal de la humanidad se encuentra ahora en Liverpool”. El éxito de los cuatro jóvenes británicos trajeados de negro y con característico flequillo —nombrados en 1965 caballeros de la Orden del Imperio Británico— es absoluto y desborda a los componentes de la banda más allá de 1966, en que una vez que han triunfado en Estados Unidos, actúan juntos por última vez en San Francisco y se despiden de los escenarios. En 1967, tras una época de intensa dedicación a doctrinas orientales y sus primeras experiencias con LSD, realizan en Revolver una versión musical del Libro de los Muertos (“Tomorrow Never Knows”) y publican su celebérrimo “Yellow Submarine”, pero en pleno éxito de Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band, donde empleaban en sus composiciones música electrónica y cantaban letras emblemáticas (“Lucy in the Sky with Diamonds” es la más famosa de sus composiciones psicodélicas), la muerte de Epstein coincide con el estallido de las diferencias intestinas de la banda, que emprende al cabo de un año la aventura de la productora Apple, concebida para apoyar en diferentes campos artísticos (cine, ropa, música) la revolución pop de la que The Beatles se sentían portadores privilegiados. Apple fue cerrada en 1969, anticipando dos años la ruptura definitiva de los componentes de la banda, cuyos integrantes emprendieron a partir de 1971 caminos en solitario, con distinta fortuna.

The Rolling Stones

El ansia por imprimir un cambio radical a las formas de vida, a través del rock and roll, quedó de manifiesto con la aparición en escena de The Rolling Stones, nombre tomado de un tema de Muddy Waters. Se presentaron en público el 12 de julio de 1962 en el Marquee de Londres, cuando todavía sus componentes eran una formación insegura. Representaban, entre los reducidos círculos en que se desenvolvían en sus principios, la esperanza británica del rhythm and blues británico y blanco y en poco tiempo lograron celebridad como áspera respuesta, procedente de la marginalidad, a la beatlemanía.

No obstante, sería absurdo aceptar esta visión de la historia del rock, pues según acreditados testimonios (entre ellos los de un ayudante del manager de The Beatles), los líderes de la banda, Keith Richards y Mick Jagger solicitaron en 1963, por la vía de la amistad, una composición a sus directos rivales: el esbozo compuesto en un rato por McCartney y John Lennon se convertiría, según los mismos testimonios, en el tema 'I Wanna be Your Man', que algunos consideran el primer el primer éxito de los Stones.

Los medios de comunicación británicos, sin embargo, insistirían en esta confrontación, que al parecer se agudizaría a finales de los sesenta: todos los temas del álbum Aftermath (1966) pertenecían a los miembros de la banda —a la sazón Richards, Jagger, Brian Jones, Bill Wyman, Charlie Watts e Ian Stewart—, marcando un momento de asombrosa madurez y personalidad propia. A partir del año siguiente se inicia la leyenda negra de los Stones, con las detenciones de Jones, Jagger y Richards acusados de posesión de estupefacientes. Al tiempo en que se edita Beggar's Banquet, Jones abandona la banda: es junio de1969 y al cabo de un mes se hallaría su cadáver en la piscina de su residencia privada. En ese mismo año se producen otros incidentes durante la gira que la banda emprende por Estados Unidos, destacando la tragedia de Altamont (California) cuando mientras Jagger canta su polémico tema “Sympathy for Devil”, un miembro del servicio de seguridad del concierto, perteneciente a la banda de motoristas Ángeles del Infierno, apuñala a un espectador exaltado, que moriría a causa de las heridas.

El alejamiento de los Stones respecto al público se prolongaría durante años, aun cuando no dejaran de editar álbumes: el que daría fama mundial al diseño del emblema de la banda, realizado por Andy Warhol a costa de los abultados labios de Jagger, Sticky Fingers (1970). Otros álbumes fundamentales en la extensa discografía de la banda, que ronda el medio centenar de álbumes oficiales, serían: Exile on Main Street (1972), It´s Only Rock and Roll (1974), Some Girls (1976), Black and Blue (1976), Tattoo You (1981), Dirty Work (1986) o Vodoo Lunge (1995).

Otras corrientes

Desde finales de los años sesenta el rock no ha dejado de aportar variantes y novedades respecto a las corrientes pioneras, hasta el punto de que resulta imposible su enumeración y ha perdido vigencia el planteamiento crítico según el cual un estilo se identificaba en función de una influencia dominante en un periodo de tiempo concreto. Ello no se halla en contradicción con el hecho de que, con frecuencia por derroteros trágicos, el rock haya generado una galería de mitos cuya influencia se deja sentir como un punto de referencia fundamental, como ocurre al evocar las figuras de Bessie Smith; del guitarra Jimi Hendrix; Keith Moon, de The Who; John Bonham, de Led Zeppelin; Bon Scott de AC/DC; Jim Morrison, de The Doors; Freddie Mercury, de Queen; Ian Curtis, de Joy Division; Phil Lynott, de Thin Lizzy; Steve Clark de Def Leppard; Johnny Thunders, de The Heartbreakers; el ex beatle John Lennon; Sid Vicious, de Sex Pistols, entre muchos otros. Pero a medida que se ha prolongado la historia del rock, se han multiplicado sus formas y orientaciones, muy a menudo mediante artificios comerciales, la recuperación de antiguas esencias, la reelaboración de viejos sonidos y la ampliación de los ámbitos de acción de las bandas.

Si el rock se definía, en especial en Estados Unidos, como la música de las fiestas, del divertimento generacional o las reuniones sociales de la juventud, esta concepción varía de forma radical en los decenios siguientes cuando alcanza a territorios como el del compromiso político, como ocurre en el country, en el punk rock, en ciertas derivaciones del folk rock, el movimiento skatalítico, el rock urbano, el rap o el rock metálico; el experimentalismo plástico, como es frecuente en el glam rock, el rock sinfónico, la música electrónica, el pop neorromántico, la música de discoteca o la new age; la alta tecnología, como sucede en las corrientes más duras del tecno pop, el rock progresivo, el denominado rock “artístico”, el jazz rock de fusión, las diversas fórmulas sostenidas en la música de sintetizadores y el rock de consumo, reforzado por la estética del vídeo clip y una tendencia, todavía tímida pero en la que han comenzado a desarrollar diversas ideas artistas como John Cale, David Bowie, Peter Gabriel, hacia la interactividad.

Rock en español

A raíz del impacto provocado por los éxitos internacionales de The Beatles sobre todo, surgieron en numerosos países de Europa una gran cantidad de grupos atraídos por los ritmos de los nuevos tiempos. Existe coincidencia general en que en España, y a causa de la beatlemanía, el rock comenzó a consolidarse entre 1964 y 1966, años en que ya se encontraban en activo numerosas bandas que habían conseguido cierto prestigio y difusión: Los Brincos, Bruno Lomas y Los Rockeros, Los Pekenikes, Lone Star, Micky y Los Tonys, Los Mustang, Los Sírex, Pop Tops, Los Bravos, Los Canarios, Los Cheyennes, fueron algunas de las más conocidas que lograron además cierto eco en otros países, así como Miguel Ríos y Teddy Bautista al emprender sus carreras en solitario.

Con el final de la década, sin embargo, se abrió un largo paréntesis que se prolongaría de hecho hasta principios de los años ochenta, en que tras un periodo con marcado sabor urbano y reivindicativo —con bandas como Burning, Leño, Topo, Coz, Barón Rojo, Ñu o solistas como Ramoncín—, los jóvenes músicos se entregaron a las novedades que procedían del Reino Unido, en especial por el punk y la más reciente new wave (nueva ola). El fenómeno fue llamado movida y alcanzó cierta popularidad en ciudades como Madrid, Barcelona, Vigo, Valencia y Bilbao, e hizo convivir tendencias de rock oscuro y underground con sonidos más desenfadados, aunque sin la ingenuidad de los rockeros nacionales primigenios.

El número de formaciones se contaba por centenares (se censaron más de 200 grupos entre Madrid y Barcelona entre 1977 y 1980): Kaka de Luxe, Radio Futura, Derribos Arias, Siniestro Total, Tequila, Pegamoides, Nacha Pop, Zombies, Golpes Bajos, Os Resentidos, Modas Clandestinas, Gabinete Caligari, Parálisis Permanente, Aviador Dro, Loquillo y los Trogloditas, PVP, La Mode, Las Chinas, Charol, Objetivo Birmania, Los Nikis, Larsen y Mermelada fueron tan sólo algunos de ellos, que sufrieron con el paso del tiempo sucesivas transformaciones (Pegamoides, por ejemplo, se convirtió en Alaska y Dinarama y dio origen asimismo a Parálisis Permanente, Seres Vacíos y Fangoria en los años noventa).

Resultó importante, sin embargo, el renacer de diversas corrientes de rock duro a mediados de los ochenta, a la que se adscribieron numerosas bandas de música urbana, y la acogida de otras influencias, como el ska, el reagge, y las tendencias afterpunk en general. Entre los primeros exponentes del heavy hispano figuraron Obús, Los ángeles del Infierno, Banzai, Tarzen, Santa, Sangre Azul, Manzano, Leize, Niagara o Barricada. En el segundo grupo coincidirían los primeros exponentes del denominado 'rock radical vasco' y otros grupos afines (Kortatu, Hertzainak, Eskorbuto, Rufus, Lavabos Iturriaga, Cicatriz, BAP, Delirium, Polla Records, Negu Gorriak, Mano Negra), los defensores de ritmos rastas (Potato, Baldin Bada, Korroskada) y otros, más afines a la sonoridad hardcore, como Ama Say o Su Ta Gar.

Avanzados los noventa la abundancia de formaciones y estilos se compagina con un gran número de solistas punteros que han de vérselas con la importante presencia que tienen en el mercado discográfico los representantes del revivalismo. De esta forma no resulta pintoresco que un histórico del rock español como Miguel Ríos se presente en una misma actuación junto a una joven consagrada como Luz Casal y alterne sus giras con cantantes melódicos como Ana Belén, Víctor Manuel y cantautores del estilo de Joan Manuel Serrat o Joaquín Sabina. Bandas como Héroes del Silencio, Mecano, Los Rodríguez, El Último de la Fila, Presuntos implicados, Celtas Cortos, representan otras tendencias del rock y el pop en español, en una línea que ha hallado gran eco en Europa y Latinoamérica.

Punk Rock, en su acepción literal rock “basura”.

La expresión englobó a un conjunto de bandas (Sex Pistols, The Clash, The Damned, Johnny Thunders Heartbreakers, Richard Hell, Flowers of Romance, The Vibrators, Siouxsie and The Banshees, entre otras) surgidas en Londres y cuyo epicentro se encontraba en la tienda de moda que desde 1971 regentaba en King´s Road, Chelsea, el promotor y veterano simpatizante del movimiento suprematista Malcolm McLaren y la diseñadora Vivianne Westwood. No obstante, pese a que serían estas y otras formaciones afines las que a mediados de la década darían su perfil definitivo al movimiento punk, sus antecedentes más claros se encuentran en Estados Unidos. Es indudable que bandas como MC5 (que emprende su andadura en 1968), Velvet Underground (que se disuelve en 1970), Iggy Pop and The Stooges (cuyos primeros conciertos se remontan a 1969), New York Dolls (formada en 1973 y patrocinada por McLaren), The Ramones, Television (ambas creadas en 1974), y solistas como Patti Smith o Alex Harvey, aportaron con sus actuaciones en directo un visión renovadora e inconformista del rock que sirvió de modelo inspirador a los punks británicos. Ya se trate de una u otra corriente, el punk rock no se limitó a ser tan sólo un estilo musical. Primero porque sus primeras manifestaciones poseen un carácter más general y purista al afirmar y rechazar la decadencia del rock profesionalizado y desvirtuado en aquella época por los intereses comerciales de las grandes compañías discográficas.

Este impulso de rebelión se intensificó asimismo por el periodo de penuria económica que el Reino Unido sufrió durante la era thatcheriana, que agudizó las desigualdades sociales y condujo a la frustración y el desempleo a amplios sectores de la población afectando de forma especial a los jóvenes. Junto a estos factores, la crisis de la conciencia nacional —exaltada con modales victorianos desde el Gobierno— y el descontento generalizado explican que existiera un caldo de cultivo propicio para que el punk alcanzase una gran resonancia en todos los órdenes de la vida de los británicos, impacto imprevisto en principio respecto a las aventuras musicales de algunos muchachos descontentos.

Por último, el punk conoció una rápida e inusitada difusión, visual antes que musical, gracias a sus manifestaciones externas, que no se redujeron a la simple exhibición de sus llamativos y singulares rasgos de identidad estética, marcados por la espontaneidad y el afán de ruptura.

La estética y el negocio

Si algunos analistas han considerado que en el campo de la plástica el punk representa tan sólo la “enésima vuelta de tuerca” del pop art de Andy Warhol, el fenómeno resulta en realidad más complejo, pues en sus orígenes es difícil esclarecer hasta dónde se trató de un negocio planificado por hábiles empresarios sin escrúpulos —aunque con pocos recursos— o de una continuada improvisación, cuyos efectos amplificaron circunstancias favorables, marcada por propuestas caóticas pero en todo caso transgresoras.

Las campañas emprendidas por McLaren desde King´s Road, a medio camino entre la propaganda y la publicidad, popularizaron entre los más jóvenes el uso de camisetas y medias de rejilla rasgadas que se complementaban con otras prendas y botas paramilitares, imperdibles, correas, adornos sadomasoquistas, cadenas, collares de perro, así como actitudes de gran agresividad. Una de ellas, el pogo, el choque cuerpo a cuerpo sistematizado entre los asistentes a los conciertos, implicando incluso a los intérpretes en escena, fue invención de Sid Vicious, desde febrero de 1977 bajo de Sex Pistols, y se convirtió en uno de los símbolos más notorios del punk. El pogo y así también la irreverencia destinada a quienes se presentaban como estrellas del rock, expresada mediante el escupitajo, transformaron la escena del rock británico, contribuyendo a reforzar ante el público la reputación violenta que los medios de comunicación conservadores y numerosos parlamentarios británicos habían adjudicado al movimiento. Otro de los rasgos distintivos de los artistas punk consistió en sustituir sus apellidos por diversos alias que acentuaban su sentido de la marginalidad y la provocación.

Enfrentados a los criterios maestros que regían la industria (o el negocio) del rock los grupos punk no atrajeron precisamente el interés de las discográficas, lo que dificultó el acceso de sus bandas más representativas a los estudios de grabación. El primer disco de punk que se grabó y distribuyó en la historia del rock fue el single titulado “New Rose”, de The Damned, aparecido en noviembre de 1976, una de cuyas curiosidades radica en incluir en la cara B una soprendente versión de “Help” de The Beatles. En enero de 1977, y asimismo en el catálogo de la compañía independiente Stiff, The Damned publicó el primer Lp de punk rock, cuyo título repetía por tres veces el nombre de la banda.

Antes y después de Sex Pistols

Los éxitos de The Damned no restaron protagonismo a la formación considerada pionera y líder indiscutible del punk: Sex Pistols, que desde principios de los setenta ya había sufrido algunos cambios. Si sus integrantes más conocidos fueron el solista Johnny Rotten (“Podrido”), el guitarra Steve Jones, el batería Paul Cook y el bajo Sid Vicious, la mayor parte de las composiciones de la banda (“Anarchy In The UK”, “God Save the Queen” o “Pretty Vacant”, por ejemplo) fue obra de su primer bajista, Glen Matlock, que abandonó el grupo por desacuerdos con McLaren y Rotten.

Este episodio marcó acto seguido la meteórica carrera de Sex Pistols en el plano discográfico. En enero de 1977 McLaren recibía de EMI un anticipo que ascendía a 40.000 libras esterlinas por el tema “Anarchy” (se vendieron en pocos días más de 50.000 copias, pero el disco fue retirado de las tiendas y no se programó en las emisoras, a causa del escándalo que había desencadenado). En marzo del mismo año, otro adelanto de 75.000 libras con A&M Records, llevaba a los integrantes de la banda a posar ante el Buckinghan Palace para firmar el contrato de God Save The Queen (las 25.000 copias realizadas del disco fueron destruidas por las presiones que artistas y personal de la discográfica ejercieron para que el tema no fuera distribuido). Esto llevó a McLaren a firmar en mayo con Virgin, a cambio de 15.000 libras para que grabase y distribuyera God Save The Queen, del que en menos de una semana se vendieron casi 200.000 copias y que fue retirado del mercado poco después por el desprecio con que las letras trataban la figura de la reina, aun cuando había conseguido el número dos en las listas de éxito.

Apenas un mes después, el 7 de junio, los Sex Pistols provocaban un nuevo escándalo al montar un concierto por el Támesis en la barcaza Queen Elisabeth e interpretar, coincidiendo con las bodas de plata de la reina de Inglaterra, el tema “Anarchy” cuando se hallaban a la altura del Parlamento británico. Este suceso, que concluyó con la detención de los integrantes de la banda cuando volvieron a puerto, tuvo grandes repercusiones internacionales, pues además del interés que desencadenó en la prensa de Europa y Estados Unidos, determinó que el punk había dejado de ser una anécdota exótica del rock que surgía en Londres para transformarse en un movimiento con entidad propia que prometía innovaciones impredecibles.

No obstante, en enero de 1978 Sex Pistols se disuelve en el curso de su primera y accidentada gira por Estados Unidos (la mayor parte de las actuaciones convenidas con antelación fueron canceladas a última hora), acontecimiento que marca el ascenso de otras bandas adscritas al punk y da noticia de la variedad de esta visión del rock: desprecio de la musicalidad convencional (considerado como “el gran timo del rock´n´roll”); tendencia hacia la elaboración de temas muy breves que suenan como himnos o como incitación furiosa a una libertad ejercida sin cortapisas, al límite; composiciones muy primarias, pero críticas, reivindicativas y radicalizadas en el plano político y nihilistas en el individual, inclinación abierta hacia atmósferas llamadas “siniestras” que se prolongarían en las bandas de finales de los setenta hasta mediados de los ochenta, denominadas after punk (Magazine, Joy Division, Pchychedelic Furs, Killing Joke, Siouxsie and The Banshees, Bauhaus, The Cure y New Order fueron las más destacadas) y la sátira expuesta en un lenguaje agresivo y explícito respecto a la hipocresía moral y sexual que rige en las sociedades avanzadas, serían las líneas maestras que conformarían su retrato.

Con la trágica desaparición de Sid Vicious el 2 de febrero de 1979, bandas aguerridas como The Clash, irónicas como The Damned o Dead Kennedys, Crass, Generation X, Buzzcocks, Boomtowm Rats o Public Image Limited, capitaneada por Johnny Rotten, Addicts, GBH, Blitz, Exploited y Discharge, entre otras, gozaron de unos años de éxito que dieron prueba de la fuerza con que los postulados y las actitudes punk habían calado en el rock. Prueba de ello es que el punk, aun cuando cede el paso en los años ochenta a la new wave, impregna los modales de numerosas formaciones procedentes del hardcore, del heavy metal, la new romantic music y el glam rock (Motorhead, Anti-Sect, Plasmatics, Iron Maiden, Megadeth, Wendy O. Williams, Suicidal Tendencies, Pantera, Sepultura) y renace en los noventa como influencia ostensible y decisiva en el grunge, el bondage, la música electrónica, el snuff, e incluso el neo-punk (Nirvana, Pearl Jam, Alice In Chain, The Tubes, Ministry, Theraphy?, Nine Inch Nails, Gwar, Marilyn Manson, Offsprings o Bad Religion, entre otras bandas). En España la influencia del punk se percibe ya avanzados los 70, con una proliferación de bandas de existencia efímera en la mayoría de los casos y una sorprendente capacidad de transformación (KK de Luxe, Alaska y los Pegamoides, Kortatu, La Polla Records, Eskorbuto, RIP, Cicatriz, Larsen, Vulpes, Siniestro Total, Os Resentidos, Parálisis Permanente, fueron las formaciones más destacadas).

En ese contexto, la operación comercial por la que, desde julio de 1996 los supervivientes de Sex Pistols (Rotten, Matlock, Steve Jones y Paul Cook) se reconcilian y emprenden la gira mundial “Sucio Lucro”, supone la más extravagante de las metamorfosis del punk.

Grunge

Se sitúa en la ciudad de Seattle, Washington, Estados Unidos, pero que posee un alcance mundial a partir de su eclosión, a principios de los años noventa.

Aunque sus orígenes se remontan a la década anterior el grunge no consigue alcanzar una trascendencia internacional en el rock hasta la difusión masiva por la MTV (Music Television) del tema “Smells Like Teen Spirit”, de la banda Nirvana, incluido en el que sería álbum millonario, Nevermind. Con gran celeridad, publicaron a continuación Incesticide (1992) y a la vez se redistribuyeron como cotizadas rarezas las grabaciones que el trío, formado por Kurt Cobain, Chris Novoselic y David Grohl, había realizado entre 1988 y 1990 para el sello independiente Sub Pop: Love Buzz, Silver y Molly´s Lips. El fenómeno, la “nirvanamanía” se volvió muy complejo para los comentaristas especializados, en la medida en que, además de contar con unos abultados historiales en compañías discográficas independientes, los miembros de Nirvana eran remisos a presentarse ante los medios, reivindicaban sus raíces en una ciudad que consideraban desfigurada por el crecimiento económico y las desigualdades sociales, y pretendían descentralizar el protagonismo de Los Ángeles y San Francisco en lo tocante a la creación de rock alternativo.

Numerosos observadores consideraron que Nirvana y el grunge, en la práctica fenómenos indisociables como tal, eran la respuesta al rock duro y a la sazón aplaudido multitudinariamente, que practicaban por aquellas fechas Guns´N´ Roses, formación acaudillada por el tándem constituido por el solista Axl Rose y el enérgico guitarra Slash, con frecuencia compañero de gira de Lenny Kravitz.

El público joven, sin embargo, aportó su particular versión de los hechos, al acoger a Nirvana, capitaneada por Kurt Cobain, como a una trinidad de ídolos salidos de la nada y responder a sus densos, deprimentes y reiterativos guitarreos, también interpretados como una penúltima ramificación del heavy metal.

No obstante, las fuentes de las que se nutre el grunge no sólo remiten al rock metálico, sino asimismo al punk, hasta el punto de que bandas que empezaron a surgir en la estela de Nirvana, y tan veteranas como Soungarden, Sonic Youth, Jesus and Mary Chain o Mundhoney, reivindican esos núcleos de inspiración, que se tornan muy pronto referencia inexcusable del movimiento en su conjunto. Formaciones como Pearl Jam, Alice in Chains, Manic Street Preachers, Marilyn Manson, e incluso Faith No More representaron entonces, aunque por otra senda, la vanguardia de un renacer del neopunk del que bandas como Bad Religion, Greenday, Offspring, Garbage, Hole (banda liderada por Courtney Love, viuda de Cobain), Terrorvision, Bikini Kill, The Queers, Blind Melon o Foo Fighters, se han beneficiado sin remisión.

El grunge, tan exaltado entre 1991 y 1993, entra en decadencia merced a la agitada vida de sus máximos exponentes, renovando la leyenda negra de Sid Vicious y Johnny Thunders. Un papel decisivo cumplió en este proceso la desaparición de Kurt Cobain, quien tras varias intentonas por proclamar la muerte del grunge, cae en un periodo depresivo y de alejamiento. En su testamento evocará una canción de Neil Young confesando su absoluto hastío personal, revelado tras ser hallado su cadáver en su domicilio muerto en abril de 1994. Poco antes había grabado el último disco de estudio de su banda, In utero, compuesto en homenaje a su hija. A este álbum seguiría un trabajo en seguida consagrado como obra de culto, Unplugged New York (1994).

La búsqueda de una radicalidad musical profundizó el concepto ya asentado de rock alternativo que relacionaba a los representantes del grunge. A pesar de ello, y de lo reconocible de sus sonoridades oscuras y rotundas, el grunge fue víctima de la industria de la moda, que difundió una estética arquetípica fundamentada en las camisas de los leñadores, antiguos habitantes de Seattle y los alrededores, y en las prendas acribilladas de rotos y deliberadas huellas de descuido. El liderazgo del desfigurado y comercializado grunge descansa en el líder de Pearl Jam, Eddie Vedder, pese a su promesa pública de no volver a actuar después de la trágica desaparición de Cobain. A pesar de todo, la intensa actividad de las compañías discográficas independientes de Estados Unidos y el culto semirreligioso generado por la figura de Cobain, desmienten que la historia de este movimiento haya concluido. Prueba de ello es la aparición en septiembre de 1996 del álbum de Nirvana From The Muddy Banks Of Whiskah.

CAPITULO II

Introducción

Esta no es más que una loca idea que me viene rondando la cabeza hace alrededor de seis meses. Es sólo el inicio, el primer contacto, con uno de los temas más censurados de toda la Revolución Cubana: el rock & roll.

Mi más claro deseo, es hacer una investigación cualitativa de orden social que se apoye en el uso de conceptos, descripciones, y relatos. Utilizando también técnicas como: la observación, la entrevista, la historia de vida y el análisis de contenido.

Llevó poco en la investigación, pero hasta ahora me he encontrado con cosas muy interesantes y polémicas a las cuales anteriormente no se les ha dado un tratamiento adecuado. Y esto es realmente ventajoso, ya que al no ser temas tan comunes y explotados, me dan una mayor libertad para desarrollarlos.

Uno de los objetivos principales que me he propuesto con la investigación, es reconstruir la historia del rock en Cuba lo más fiel posible. Y llevarla a un documental, que sirva de una u otra forma, a transformar absurdos prejuicios que la sociedad cubana les ha impuesto.

Sumario

Recién llegado a la investigación pude contactar directamente a todos aquellos integrantes del movimiento rockero cubano. A los curiosos: todos aquellos que de una u otra forma siguen el movimiento. A los dueños de situación: aquellos que tienen información vital en su poder como la señora María Gattorno: creadora y directora del proyecto cultural del “Patio de María”. Y en cuanto a los legitimadores en realidad ha sido nulo, el contacto pues no hay una autoridad establecida que los represente.

He logrado hasta el momento, establecer contacto con varios de los representantes de los diferentes status sociales. He podido explicarles la investigación y sus principales objetivos. Y ahora en este periodo en que me encuentro, ya he logrado ser aceptado provisionalmente como una de las personas, que al igual que ellos, tratan de ver al monstruo del rock, salir del anonimato.

Diferentes aspectos descubiertos a lo largo del trabajo

A continuación, una de las últimas observaciones realizadas y sus objetivos.

El primer objetivo fue descubrir la información más general acerca del movimiento de rock en Cuba. Y como segundo objetivo me propuse observar el comportamiento de los diferentes actores sociales ante uno de los pioneros en este género: el señor Iván Fariñas.

El lugar de la observación fue el Anfiteatro de Alamar, donde se realizó los días 23, 24 y 25 de Abril el Festival Rock Alamar ‘99.

Me apoyé entrevistando a varios de los integrantes de los diferentes grupos de rock que participaron en el Festival con la misma temática y objetivo, ya que ellos son ahora los representantes del movimiento rockero cubano.

Notas del Día 23 de Abril

El Anfiteatro de Alamar, a pesar de lo pequeño y de los pocos recursos que tiene, es apto para realizar esta clase de espectáculos a mediana escala.

El transporte fue cancelado, la mayoría de los músicos e interesados en el certamen llegaron por su propios medios.

Guitarras, bajos, platillos, pedales y cables esperaron ansiosos por los ocho kilos de audio prometidos, pero nunca llegaron y debieron conformarse con el equipo que no llegó ni a los dos.

La prueba de sonido fue todo un caos por no haberse hecho con anterioridad, como en cualquier espectáculo. Al rededor de siete grupos debían tocar ese día, pero por la desorganización, un par de los que iban a concurso, se retiraron. Luego de la demora comenzó el concierto, abrieron los habaneros de Trance con tres temas.

El público que no era más que los músicos, los acompañantes de los músicos y algunos de sus amigos, mostraron desinterés y desconsuelo por la desorganización y la falta de calidad y potencia. No ocurrió igual con el resto del público, los denominados “freakish en su mayoría de condiciones sociales muy bajas, que durante todo el concierto se movieron sin importarles si la calidad era o no era la adecuada.

En la segunda parte del certamen, un concurso donde los grupos interesados podían participar con un tema nuevo y en español. Estas presentaciones de los casi cinco grupos fueron todo un desastre, por el tiempo que se tomaron en probar el sonido y por la calidad del mismo.

El público continuo cada vez más desinteresado y los freakish indiferentes al ruido.

Ya para finalizar llegó el grupo extranjero invitado, ellos sí por supuesto tenían transporte y un par de Kolas aseguradas.

El público y los músicos siguieron comportándose a la altura y al llegar la madrugada en el camello terminaron agotados la mayoría.

Notas del Día 24 de Abril

Este día no asistí al Festival de Alamar, con el fin de hacer un paralelo en cuanto a organización, apoyo estatal, público participante, etc., con el concierto de Casa de las Américas, organizado por Silvio Rodríguez. Algunos de los músicos invitados como Carlos Varela, Santiago Feliu, y Gerardo Alfonso son considerados como rockeros.

El lugar impresionante, con gran capacidad de público y al aire libre. La organización extraordinaria, comenzó el concierto sin retrasos.

La calidad de sonido totalmente incomparable. El apoyo estatal se apreciaba por todos los rincones, varios días antes la publicidad emitida por la radio y la televisión fue un éxito. Y ni decir del equipo de grabación, que contaba con dos grúas y unas cuantas cámaras Betacam SP, todo parte de la televisión cubana. Además de una pantalla de vídeo para el público, ubicada al lado izquierdo y alejada varios metros de la tarima.

Las condiciones sociales y culturales del público mucho más altas, totalmente diferente en su gran mayoría al público participante en Alamar.

Notas de Día 25 de Abril

Seis de la tarde y nadie se hacia presente en el Anfiteatro de Alamar. Tan sólo habían llegado los integrantes del grupo Tendencia de la provincia de Pinar del Rio.

Las pruebas de audio fueron muy vagas, y esto indiscutiblemente bajo la calidad.

El primer grupo en abrir carecía de experiencia, era su primera presentación en público. La actitud del resto de los músicos ante este hecho me pareció desconsiderada.

Más adelante se presentaron otros dos grupos, pero llegando las once de la noche, los directivos del Anfiteatro de Alamar decidieron cancelar el concierto y hacer una presentación de los humoristas del programa de televisión “Pateando la Lata”, quienes se presentaban supuestamente todos los domingos.

Por supuesto el descontento del público y de los músicos que no habían tocado, y más de los Pinareños que habían hecho tan largo viaje, no se hizo esperar.

Se culpó de todos los inconvenientes al señor Iván Fariñas, organizador del festival. Algo injusto me pareció, ya que la UNEAC en realidad sólo presto su prestigioso nombre y no colaboró en nada. Al igual muchos de los músicos se cruzaron de brazos pero a la hora de criticar, ¡ni se diga!

Luego de una hora mientras se presentaban los humoristas, continuo el concierto, claro que ya el tiempo se había recortado para los grupos. El público realmente animado apoyando al grupo Tendencia que hizo una excelente presentación y más adelante apoyando a Zeus. Quienes tuvieron una presentación aceptable, pero nunca con la energía, que les había visto en el Festival de Pinar del Rio.

De nuevo en la madrugada la espera del camello, sólo que esta vez como se trataba de tanta gente esperando y ya era tan tarde, la guagua que cubría la ruta del camello no quiso parar, así que todas las personas se fueron dividiendo. Cada una fue en busca de una distinta parada, y sólo como hasta las tres de la madrugada conseguimos que parara una, rumbo la Habana.

Anexos

Los temas tratados en las entrevistas realizadas en Alamar.

Antecedentes Personales.

Aceptación Social.

Anécdotas.

Expectativas.

Temas De Sus Letras.

Rock Cubano vs. Mundo.

Vídeo realizado en Alamar.

ENTREVISTAS

Lugar.

Entrevista realizada en la segunda semana de enero del presente año en la residencia Crespo 56 esquina de San Lázaro, Centro Habana – Cuba. Hora 5 p.m.

Objetivo.

Para la entrevista me he trazado como objetivo principal, reconstruir la historia del rock en Cuba, a la luz de las propias vivencias de uno de los pocos sobrevivientes que aún quedan: el señor Iván Fariñas.

Temas.

Orígenes del rock en Cuba.

Protagonistas (50’s, 60’s, 70’s, 80’s, 90’s).

Vivencias personales.

Características de cada década.

Aceptación social.

Divulgación y participación de los Medios de Comunicación (Prensa, Cine, Radio, T.V.)

Comercialización.

Andrés Felipe Varela: ¿Cuáles son sus antecedentes personales en el Rock?

Iván Fariñas: Empecé en el Rock el 13 de marzo de 1957, a la edad de 8 años en el colegio Academia Maira: una escuela privada donde la gente de la clase media – pobre podía ir. Allí en un acto cívico con un saxofón barítono, una caja de batería: que era de la banda escolar; un micrófono, y una guitarra de cajón, empezamos a hacer algo de música. Empezó el acto y cuando las primeras ráfagas de ametralladora, en el ataque del palacio presidencial sonaron, yo estaba cantando “Hound Dog”de Elvis Presley.

De niño tuve muchas influencias con las películas del Rock & Roll, eran como un cuento de hadas para mí. Las de Presley “Jailhouse Rock” y “Love me Tender” (Ámame tiernamente) llegaron prácticamente a mí, como puede un muchacho en estos momentos, ver a los grandes locos, esos del Death Metal... ¡Ahhg, con la locura! Esto me impacto a mí y a muchos más, y nos gusto. Mi hermana además, llegó a ser una modelo de Max Factor, y al regreso de sus viajes me traía muchos discos de “Steal Lorens” y de otros héroes americanos de aquella época. Más adelante tuve contacto con el difunto Luis Bravo, quién abrió prácticamente el Rock en Cuba. Me llamaba la mascota del Rock.

Andrés Felipe Varela: ¿Musicalmente cuando entra en contacto con el rock?

Iván Fariñas: Eso fue luego del triunfo de la revolución, con la apertura de los Círculos de Interés de Música.

Andrés Felipe Varela: ¿Cómo se originó el rock en Cuba?

Iván Fariñas: Como introducción, el que creó el Rock fue “Fats Domino” en 1949, el primer disco que sacó fue “The Fat Man”. A partir de eso empezaron a existir los rockeros.

Nuestras relaciones con los Estados Unidos en aquella época, eran muy fáciles. Fue la etapa de la ilusión donde todo el mundo quería ser Presley, Bill Halley y sus cometas, Pab Bon, claro, nadie pensaba ser Chuck Berry por aquello del color y de la raza, pues en aquellos momentos era fuerte el racismo. Pero quién abrió prácticamente el rock en Cuba fue Luis Bravo en el 59, hizo dos L.P’s y vendió más discos en Cuba que el propio Presley.

Uno de los discos se llamaba “Tu canción” y el otro “Luis Bravo”. Grabó aparte muchos simples: uno llamado “Ya tú ves” de Fats Domino, y “Torna Sorrendo” de Presley, vendida como “Tiernamente”. Los grabó con la firma Velvet: una empresa cubana de capital venezolano. Se pasaba mucho por la radio, y se vendieron al rededor de 100 mil copias. Él imitaba a Neil Sedaca y a Paul Anca, al cual Presley le cantó muchas de sus canciones. Fue descubierto de Oriente y sacado de Palma Soriano por un abogado que lo llevó a trabajar en el Cabaret Nacional Parisien, y en el Toreador, que era uno de los grandes cabarets.

Luego de la intervención de la Velvet y de la partida de su dueño, Luis Bravo se marcha para Venezuela. Años después va hacia los Estados Unidos, donde en el año 91 ó 93 muere.

Enrique Orlando, chofer de Luisito, comenzó a cantar. Tenía mucha mejor voz, pero nunca llegó a tener el éxito que tuvo Luisito Bravo. Se dedico solamente a los covers.

En cuanto al rock subterráneo estaban los Vampiros: un cuarteto formado por Salvador (Saxofonista), Walterio (bajo), Fredy (la guitarra) y Alejandro (bateria). Cantaban canciones de Jony Laboriel los rebeldes del Rock, como “Dulce Tontería”, y “La Hiedra Venenosa”. No precisamente se inspiraron en canciones de habla inglesa sino también en canciones de habla hispana, de algunos grupos mexicanos. Llegaron a ser muy famosos, pero no consiguieron grabar.

Andrés Felipe Varela: ¿Cuáles fueron los principales protagonistas de los años 60’s?

En la década del sesenta Los Satélites tocaron la música negra americana: específicamente los rock de Chuck Berry. Fueron un remake de otro grupo de igual nombre (de Gonzalo Romeo) de la década de los 50’s. Otro grupo fueron Los Astros que grabaron en los estudios de radio Progreso. Raúl Gómez, su vocalista; muy bueno, agresivo, cantado en español. Tomaba las canciones exitosas y hacia con ellas versiones en español.

Surgen luego Los Zafiros, mejores que Los Satélites.

Surge el Mozambique y atrae a los músicos negros por ser mas ritmatico Aparecen bandas con 40 tumbadoras, y 8 ó 10 viento metales, y unas cuantas rubias bailando. Los músicos de color al ver esto dejan el rock.

Los primeros años de los 60 los halcones tienen éxito, casi hasta el 66. Se forma El Quinteto Negro de esta misma banda pero con algunos cambios. Cantaban canciones del Twist. Surge Dany Puga, llamado Cristobal Puga y crea “Muñequita”, con gran éxito. Pasa luego a los boleros “Bésame Mucho” y “Lluvia”, pero con ritmo de rock lento. Abandona “Midnight” de Paul Anca.

La mayoría tocaron covers pues como la gente no podía ver a los grandes artistas como los Monky, Heman Hermitz, Searchers o a Zombi en la calle, entonces los grupos explotaban esta música. El que ganaba era el que mejor imitaba pues la gente quería ver un Hendrix o un Beatle o un Jim Morrison. Los Barba, los Magnéticos, tenían música de ellos a finales de los 60.

Mucha gente desertó y se fueron para el son, se perdieron grandes talentos. Los del son cuando salían del país y se daban cuenta de la magnitud del rock y que este los aplastaba y cuando venían la cogían con nosotros y éramos los que recibíamos la patada por el fondillo. Nos tenían envidia pues pensaban que éramos una pequeña semilla de lo que pasaba afuera.

Yo soy de los primeros en componer música rock, y tengo canciones del 65 y el 66 en el patrimonio nacional.

Andrés Felipe Varela: ¿Cómo fue el reconocimiento en ésta época?

Iván Fariñas: Apoyan las disqueras, algunos productores, algunos dueños de cabaret o básicamente un individuo en especial que le gustara el rock. Sin embargo se burlan de los que componen.

Se crea el SINTAE (sindicato de trabajadores del arte y el espectáculo) quien controla y apoya los espectáculos en el país.

En la televisión había un programa donde pasaban los videos pero sin el nombre del grupo y de la canción, y se hablaba mal de la sociedad norteamericana pero no de los músicos.

Andrés Felipe Varela: ¿Qué aceptación social gozaban?

Iván Fariñas: Hasta 1962 había buenas bandas de música cubana: Beny More, La Riverside, pero no había ninguna protección con estas bandas, por eso se sintieron mal pues el rock halaba mucha gente. Veían al rock como cosa de blancos, pues la “música cubana” era de negros de clase baja y en cambio los rockeros eran de clase media o media baja. Era un problema social y la gente lo veía mal.

Surge a mediados de esta década un problema porque si se cantaban canciones que no eran cubanas se decía que se le hacia servicio al enemigo. Esto no lo hizo el gobierno desde arriba, sino que gente oportunista con ansias de ocupar posiciones, ataca al rock hipócritamente, decían que era música traída del norte y que se debía colocar música netamente cubana como los boleros. Y ahora estos personajes están en el norte comiendo jamón. Nunca hubo una ley de estado en contra del rock, sino que no se vio a esta música con perspectiva de dinero.

Andrés Felipe Varela: ¿Cuáles fueron los principales protagonistas de los años 70’s?

Iván Fariñas: Viento Solar surge en 1977. Los Barbas y los Magnéticos se van por los covers.

Andrés Felipe Varela: ¿Nunca has perdido la fé?

Iván Fariñas: En el 79 vi la causa perdida, y me retire por cuatro años a esperar tiempos mejores. El rock siempre lo he hecho de mi propio bolsillo, me ha explotado y me ha dejado seco. Llego el momento en que en mi casa no había ni muebles, ¡pobrecita mi mamá que siempre me ayudo!

Andrés Felipe Varela: ¿Cómo fue el reconocimiento en esta época?

Iván Fariñas: En el 78 ó 79 vino Billy Joel a Cuba, por intercambio artístico con el Gobierno de Jimmy Carter.

Andrés Felipe Varela: ¿Qué aceptación social gozaban?

Iván Fariñas:. Hay un grabe problema social, las mujeres son las que mandan y si los hombres ven que a las mujeres no les gusta y odian un genero porque piensan que es antiguo y no sirve, el hombre se va por el gusto de las mujeres, porque el problema es acostarse con la mujercita. No es machismo, las machistas son las mujeres, los hombres somos machos. Las mujeres ocupan la personalidad del hombre y te acusan de machista para ella poder entonces manipularte. Eso lo sabe el mundo entero. La mujer no es rockera, más bien es gozadora y le gusta menear las caderas y lo poco del rock se fue perdiendo cuando a finales del 79 vino Oscar de León.

Andrés Felipe Varela: ¿Cuáles fueron los principales protagonistas de los años 80’s?

Iván Fariñas: Continua Viento Solar ahora haciendo un jazz rock. Los Dadas, Los Spun.

Y la desgracia de la salsa, música importada., en auge.

Andrés Felipe Varela: ¿Cómo fue el reconocimiento en ésta época?

Iván Fariñas: En el 80 los grupos dejaron de tocar pues para cobrar en las fiestas se tenía que ser profesional. Y si se tocaba gratis pues quien pagaba las cuerdas, los bombillos para los equipos de válvulas y el camión, etc.

Los equipos amplificadores se hacían acá, copia de los Fender de bombillo, de válvula. Los instrumentos eran los que habían quedado del capitalismo otros de gente que los traía de afuera, marinos mercantes. Las casas de cultura muchas veces proporcionaron instrumentos, las cuerdas de vez en cuando cada 3 o 4 veces o hechas de alambritos. Hubo un festival llamado Invierno Caliente, en la Casa de la Cultura de Plaza, diciembre del 81. Surge el Patio de María en 1987.

Andrés Felipe Varela: ¿Qué aceptación social gozaban?

Iván Fariñas: En Oscar de León se empieza ver a un segundo Benny More y la salsa explota. Se decía en el momento, que el rock había pasado de moda en el mundo entero, y que Oscar de León era lo más grande en ese entonces, ¡todo por la falta de información!

Andrés Felipe Varela: ¿Cuáles fueron los principales protagonistas de los años 90’s?

Iván Fariñas: Grupos de Trash la mayoría. Heinz grupo mimado de los medios y Síntesis (Cabrildo Rock) Los rockeros nunca nos desinformamos de la música que afuera se escuchaba pero los demás pensaron que había muerto. Taxon otra de las bandas.

Andrés Felipe Varela: ¿Cómo fue el reconocimiento en ésta época?

Iván Fariñas: Resurge el rock en los 90’s con los Festivales de Alamar: 90, 91, 92. Heicer era la anfitriona del festival Alamar y querían que nosotros fuéramos los coanfitriones y que sólo participáramos. A mí querían entregar el Teatro de Guanabo y las bandas del Patio de María tuvieron celos. Ciudad Metal otro festival en el 90 ó 91 en Santa Clara. Fue fuerte, participaron muchas bandas. Había un programa de radio Ciudad de la Habana de Juan Camacho, que empezó a hacer promoción del rock de Heinz y de rock extranjero.

Andrés Felipe Varela: ¿Qué aceptación social gozaban?

Iván Fariñas: Muchos trovadores criticaron el rock y ahora son rockeros, eso es oportunismo.

Andrés Felipe Varela: ¿En ese desarrollo podemos hablar de un rock cubano?

Manuel Saumell trae la contradanza a cuba y de esta nace el danzón: nuestro baile nacional. De esta misma contradanza nace el blues y este es la madre del rock & roll o sea que es tan cubano como el son. Además el rock tiene de negro, de indio y de blanco, es universal.

Lugar.

Entrevista realizada en la tercera semana de enero del presente año en la residencia 2208 calle 31 A e\ 22 y 26, Miramar – Playa. Hora 12 a.m.

Objetivo.

Para la entrevista me he trazado como objetivo principal, reconstruir la historia del rock en Cuba, a la luz de las propias vivencias de Aramis Hernandez, baterista integrante del grupo Zeus y quién lleva al rededor de 28 años en el oficio.

Temas.

Orígenes del rock en Cuba.

Protagonistas (50’s, 60’s, 70’s, 80’s, 90’s).

Vivencias personales.

Características de cada década.

Aceptación social.

Divulgación y participación de los Medios de Comunicación (Prensa, Cine, Radio, T.V.)

Comercialización.

Andrés Felipe Varela: ¿Cuáles son sus antecedentes personales en el Rock?

Aramis Hernandez: Empiezo en el año 1971, con instrumentos creados por nosotros mismos, a los 13 años, con tarros de aceite, guitarras de cartón con cuerdas de liga. Vivía encima de un taller de ajustadores femeninos en donde ensayaban algunos grupos: Los Mensajeros, Los Ultras, Los Titánicos. Me influencie por Rolling Stones, Los Beatles, Los Bravos y algunas películas como “El Hombre Orquesta”.

Andrés Felipe Varela: ¿Musicalmente cuándo entra en contacto con el rock ?

Aramis Hernandez: En el 75 con una guitarra de caja, un tontón, una caja, etc., empece con un grupo de amigos e hicimos un trío: dos guitarras y el drum. Luego paso uno al bajo, llegó un vocalista y ya nos conformamos como “Los Seres Indomables” el 15 de Abril. Carlos Pino, Virgilio, Reinaldo, y yo. Hice luego otro grupo en donde tocábamos sólo covers de Kiss.

Andrés Felipe Varela: ¿Cuáles fueron los principales protagonistas de los años 60’s?

Aramis Hernandez: Los grupos no profesionales halaban más público. Los Kent, Los Alma Vertiginosa que empezaron en el 69.

Andrés Felipe Varela: ¿Cómo fue el reconocimiento en ésta época?

Aramis Hernandez: Al son cubano, la salsa, el estado no los apoyaba tanto como ahora. Lo que más sonaba era el Bolero, los baladistas.

A finales del 60 comenzó la Troba, Silvio fue preso en Varadero.

Un plan estratégico de los rockeros fue enmascararse en la Troba en el grupo de Experimentación Sonora del ICAIC. El rock estaba abajo, la temática de las letras, pero era rock al fin y al cabo. Santiago Feliu, Gerardo Alfonso, salieron igual con la misma temática, del rock atrás y otros más.

Andrés Felipe Varela: ¿Cuáles fueron los principales protagonistas de los años 70’s?

Aramis Hernandez: Los Gnomos. 70’s Sección Oculta, Mi Nueva Generación, La Guerrilla de Landy, seguían Los Almas Vertiginosa, Los Sonidos X.

Andrés Felipe Varela: ¿Cuáles fueron los principales protagonistas de los años 80’s?

Aramis Hernandez: Estos grupos eran los profesionales Los Dadas, los Magnéticos, Los Barbas (muy a lo Chicago y con canciones propias)

Siguieron Los Nueva Generación (yo estuve allí en la última formación). Siguieron haciendo covers y entonces un grupo que había nacido en el 81 y es hasta el 86 que coge auge con temas propios y en español. Les debemos agradecer pues rompieron esa barrera de las versiones. Llenaron el Anfiteatro de la Habana en ese año siendo no profesionales, solos y sin recursos, el audio fueron sólo 100 Watts y aún se escucha. Fueron los que hicieron pensar y crear a la gente y que se hiciera un rock completamente nacional pues antes pocos grupos componían temas propios a no ser los grupos profesionales que si compusieron.

Estaban los Taxón, Los FM, Metal Oscuro, Ovni, Zenit y otros más. Todos hacían Trash y Heavy Metal. Génesis, Arte Vivo, Sputnik, Electra, Zeus.

Andrés Felipe Varela: ¿Qué aceptación social gozaban?

Aramis Hernandez: Si no se tenía permiso para tocar se podían perder los instrumentos, te pelaban la cabeza, te metían preso. Era obligación pedir el permiso a la policía. En la década del sesenta un amigo mío iba por la calle con un disco de los Beatles, pantalón entallado y fue preso, claro lo soltaron. Para los dirigentes los rockeros eran la peste. Andaban con el cabello largo escondido en la gorra, por el cuello de la camisa lo escondía otro. Te veían con una banderita americana pequeña e ibas preso y si el grupo estaba tocando y aparecía cualquier bandera en el público también ibas preso por que te decían que eras tu el causante de eso. A Los Alma en el 81 los desaparecieron de esa forma porque decían que estaban fumados. Fue en un Circulo Social llamado Patria o Muerte en Santa fe. Y como hasta los tres meses salieron absueltos pero ya los acabaron. La gente nos miraba mal.

Andrés Felipe Varela: ¿Cómo fue el reconocimiento en ésta época?

Aramis Hernandez: Un programa de radió llamado “Now”, nos ayudo bastante pues casi nadie tenía grabadora. Y si queríamos hacer una canción lo más fiel posible teníamos que esperar a las 9 de la mañana o a la 6 de la tarde que era la hora en que empezaba el programa. Colocaban Depp Purple, Led Zeppelin. Desapareció en los 80’s el programa. Este mientras colocaba la música criticaba el sistema americano. En esa década algunas personas que empezaron a tener grabadoras atentaron contra los grupos pues en los quince y el pique del cake se hacían fiestas en donde tocaban los grupos, alquilados por los padres, pero si conseguían una grabadora pues se ahorraban el grupo, los amigos del grupo, la cargadera de instrumentos, es decir, menos dinero y eran los originales los que sonaban.

En el 71, 72 se quitó de la radio toda la música en Ingles, siguieron los músicos españoles hasta a Santana lo censuraron.

Un programa llamado Diez y Treinta P.M. colocaba grupos cubanos doblando o a veces tocando. Salieron Los Signos, Los magnéticos. Otro programa llamado Buenas Tardes colocaba Los Dadas, etc. Otro programa de radio “Sonorama” de12:30 a 1 P.M. pasaban rock.

El 4, 5 y 6 de Diciembre del año 1981 se hizo el primer festival llamado Invierno Caliente (Casa de la Cultura de Plaza), actuaron 9 grupos: Los Magnéticos, Génesis, Los Dadas, Arte Vivo, Sputnik, Electra.

En las Provincias si había grupos pero no recuerdo. El primer Festival al que asistí fue en Cien Fuegos en el año 89 en una parte que le llaman Cruces. Estuvimos como tres grupos, entre ellos Zeus. Los instrumentos había que comprarlos usados o reparados para poder tener pues en la casa de la música todo es en dólares. Mi primera bateria era de piezas de todos los colores y distintas marcas y atriles de partitura reformados para platillos.

Había fiestas en aquella época que le llamaron la Danza de los Millones: que había mucho dinero pero no había nada que comprar, así que por tocar allí te pagaban tanto dinero y con eso se podía comprar los instrumentos, etc. En las playas de Marianao se hacían muchas fiestas. Ensayábamos en la casa, pero había que tener cuidado pues llamaba el vecino a la policía y no te dejaban ensayar. El comité te llamaba la atención, te amenazaban, así que tocaba tocar pasito o hasta que se acostumbraran los vecinos. La policía daba el permiso para tocar en las fiestas y si molestaba el CDR pues allí se tenía la constancia. Sólo daban hasta las dos de la mañana. Los que tenían discos eran privilegiados, eran los grandes, los señores y amos.

Se creo luego la AMAR. Asociación de Músicos y Autores de Rock, en el 88 no-gubernamental para apoyar a los grupos en los instrumentos, etc. Estaban los Taxón, Los FM, Metal Oscuro, Ovni, Zenit y otros más. Todos hacían Trash y Heavy Metal.

En los 90’s más apoyo, desde Diciembre del 88 el Patio de María se convirtió en la Meca, los grupos del interior sueñan por venir a tocar. El Festival de Alamar 90, 91, 92, Ovni, Viento Solar, Venus, Orus, Zeus (no tocó), Rotura (Punk) Se hizo en el anfiteatro de los rusos y en el anfiteatro de Alamar (el grande). Mucho público y publicidad de carteles y radio. Lo apoyo la casa de la cultura de Alamar.

Andrés Felipe Varela: ¿Cuáles fueron los principales protagonistas de los años 90’s?

Aramis Hernandez: Ahora en los 90’s se han abierto un poco los estilos dentro del género. Se ha enriquecido, rock progresivo, pop, etc. Las salidas al exterior son una puerta para que otros puedan ir saliendo y se vaya conociendo el rock cubano.

Ovni, Viento Solar, Venus, Orus, Zeus, Rotura (Punk)

El bajista de Cosa Nostra estuvo en Zeus, el guitarrista de Extraño Corazón fue cantante de Zeus (Ivan), el guitarrista de Carlos Varela (Amel Medina) salió de Zeus.

MESA REDONDA

Otra Tabla Para El Rey Arturo.

Los objetivos de este debate son:

Analizar hasta qué punto el rock que se hace en Cuba puede considerarse rock cubano y hasta qué punto esa música puede considerarse como integrante del vasto complejo sonoro que es la música cubana.

Indagar en torno a la difusión del rock – llamémoslo cubano – en la actualidad, cuáles son las posibilidades, las trabas, los espacios y las prioridades que operan en los circuitos informativos de nuestro mundo musical.

Responder al cuestionamiento de si esta música está capacitada para competir al nivel de difusión y mercado con otros géneros de los que hoy se nombran y se venden como “música popular cubana”.

Luis de la Cruz (BOLSA NEGRA): Me parece que la música rock que se hace en Cuba es eso: rock hecho en Cuba, que no necesariamente tiene que ser cubano. Todavía el movimiento rock tiene que desarrollarse mucho, lograr una mayor resonancia en la vida nacional, cosa que no está pasando. Me parece que la generalidad del rock que se hace en Cuba es muy mimética. Cierto que hay una búsqueda, un acercamiento a los ritmos más tropicales y más cubanos, en muchos de los casos es sincero, es producto de todo un análisis y un reconocerse, pienso que también en muchos casos es un poco para coquetear con el mercado, se sabe que lo que se espera siempre de Cuba es el ritmo. Pero esto no quiere decir que lo que hagamos no sea nacional. El boom de la salsa nos ha hecho tomar conciencia de que debemos cerrar filas, de que la propuesta no puede ser tanto la de los cuatro socios que nos encontramos en la escuela, ya todo el mundo está aspirando a una mayor resonancia con su obra.

Rodolfo Rensoli (Grupo Promotor del Rap): No estoy de acuerdo con Luisito, no creo que la elaboración de la propuesta tenga mucho que ver con el concepto de rock cubano. Y quiero partir de algo que Leo Brouwer aseguraba cuando los tiempos de Experimentación Sonora: en la célula rítmica del rock había elementos de la rítmica cubana. Y pienso que desde aquellos grupos que por los sesenta, setenta, hacían aquel rock bastante mimético, ya había la intensión de expresarse de una manera particular. No se puede olvidar tampoco que el rock como cultura apropiada sufrió un período de incomprensión tremenda, que afectó el desarrollo de su modo de expresión. Pero creo que sí existe un rock cubano.

Abel Pérez (Perfume de Mujer): Yo pienso que cuando una persona es romántica, hace música romántica. Si tú eres un extraterrestre, hace música extraterrestre. Si tú eres cubano, tu música es cubana. A mí el rock me interesa desde otro punto de vista, y como no soy un crítico, en el sentido de poder descifrar todos estos misterios, yo más bien lo siento.

Andrés Mir: La música cubana históricamente ha sido apropiativa. La música no... la cultura en general ha sido apropiativa. Uno analiza fenómenos tan tradicionales hoy día como el Feeling, y ¿qué es el Feeling, sino el resultado de la influencia norteamericana en nuestra trova tradicional? Se etiqueta de cubano o no cubano en el caso de la música, pero en el teatro nadie se cuestiona si el teatro de Víctor Varela es cubano o no; si la pintura de Wilfredo Lam lo es o no.

Humberto Manduley (Crítico): Al rock siempre se le está cuestionando el carné de identidad... Habrían dos vertientes: una, que fuera evidentemente cubano, o sea, como una persona con una guayabera es cubano y con un pulóver no es cubano; en un cuadro , si se está pintando un paisaje netamente cubano, una palma real, es cubano...si no tiene pintado eso no es cubano. Con el rock pasa así. El caso de Síntesis fue el primero con que, oficialmente, se descubrió en 1987 que había un rock cubano, y se creó un premio especial para Síntesis. El rock, para las Instituciones, empezó en 1987 con el disco Ancestros, antes de eso no existía o eso era otra cosa. Y realmente no existía, porque no se le daba divulgación. A mí me parece descabellado, a esta alturas, casi cuando se está acabando el milenio, preguntarse si es rock cubano o no. Puede ser que haya una vía para hacer rock con evidentes elementos de la música ya reconocida como cubana, elementos que en algún momento fueron cuestionados como no cubanos; en aquel momento eran elementos africanos, elementos franceses, europeos, en fin... Cuando pasa el tiempo se han asimilado y forman parte de lo que se llama cultura nacional. Esa sería una vía; hacer una integración, una fusión, que pueden ser instrumentos tomados de la música que ya está reconocida dentro de la cultura cubana. Y otra cosa sería hacer una música como la siente un creador que está viviendo aquí, que puede que tenga un montón de influencias o un nivel de información sobre lo que ocurre fuera de Cuba, pero de todas maneras lo está asimilando aquí, esta viviendo aquí, esta hablando de lo que le pasa a él, no de lo que le pasa a un británico ni a un hombre de Mauritania, y eso es cubano. Si no, hay que empezar a cuestionarse todo, de dónde somos, qué somos y de dónde salimos. A la música electroacústica no se le cuestiona de dónde es, a la música clásica no se le cuestiona de dónde es, al jazz no se le cuestiona de dónde es y todo eso existe aquí en Cuba. Nadie se cuestiona que Jorge Luis Prats gane concursos internacionales tocando música que no es cubana. Y nadie se cuestiona que la música electroacústica que han hecho Juan Blanco y Leo Brouwer parta de presupuestos que no son cubanos.

Joaquín Borges Triana (Caimán Barbudo): La insularidad de Cuba ha sido muy favorable para recibir y apropiarse de todo lo bueno que nos llega del mundo, y esto de decir que determinada manifestación musical es extranjerizante no es algo nuevo, en los orígenes de la contradanza y del danzón se decía por determinados tipos de crítica que eran extranjerizantes. En algún momento se considero que determinados tipos de manifestaciones estaban demasiado afrancesadas, a posteriori, incluso, cuando las vanguardias de Amadeo y Alejandro García Caturla se planteó también ese tipo de fenómeno y qué cosa más nacional hoy que el danzón y la contradanza, y qué cosa más nacional desde el punto de vista de la música clásica que los trabajos que hicieron Alejandro García Caturla y Amadeo Roldán. Por otro lado, hay muchas maneras de hacer rock. Morfológicamente hay determinados trabajos en algunas agrupaciones que tú sientes que sí hay elementos de lo que la gente ha dado en llamar la música cubana; yo pienso, por ejemplo, para ir un poco más atrás, en acercamientos que se han hecho al folclor de origen campesino, al zapateo, al punto, a la tonada, pienso en una obra, por ejemplo como el zapateo de Mike Porcell hecho por Síntesis, o el punto para un guajiro nuevo que tocaba Arte Vivo, de Leyva, en que se acercaban al rock a partir de elementos del folclor, del campesino. Y están las cosas más conocidas, a partir del trabajo de agrupaciones como Síntesis. Ese ha sido un recurso y a veces la gente piensa que tú das elementos de lo cubano a partir de emplear la percusión, pero a veces eso va mucho más lejos, por ejemplo, al trabajar la síncopa, en determinado diseño de los instrumentos, especialmente en el tratamiento del bajo. Un grupo bien popero, como Paisaje con Río, en muchos temas en el diseño que hace Ernesto Romero del bajo hay elementos de la música típica de Cuba; y en determinadas formas en que está diseñado el trabajo rítmico, muy sutilmente, pero ahí esta lo cubano; como, a veces, en determinadas inserciones del drum, incluso en trabajos más ortodoxos, como podría ser lo de una gente como Cosa Nostra, y sin embargo, allí hay elementos de esa rítmica cubana. Muy tangencialmente, pero están ahí, y un oído avezado se percata perfectamente de eso. Ahora, no creo que eso sea justamente lo primordial, lo fundamental. Hay quien lo puede hacer a través de sencillamente hablar de su realidad, textos que te das cuenta que únicamente los puede hacer un cubano. E incluso hay algo que resulta – por lo menos en mi caso – que está en la sonoridad: tú oyes las agrupaciones de Cuba y después te sientas a oír el trabajo de los argentinos o el trabajo de las bandas de rock españolas, hay algo, hay cosas que son muy sutiles y que te das cuenta que es un grupo cubano. Cosas que aveces uno conceptualmente no sabe cómo definirlas. Pero hay elementos que quizás estén dados por las propias carencias materiales, por la forma en que la gente graba, por los recursos, que no son los mismos con que cuenta esa gente en el extranjero para trabajar. Pero son elementos que te están dando que esa es una cosa hecha por un cubano y hecha en Cuba.

Humberto Manduley: Me preocupa que el único sentido que se le pueda encontrar a un sello de cubanía sea rebuscar en una tradición. Lo que planteaba Joaquín es interesante: todos los creadores que hoy son vacas sagradas de la cultura, en su momento lo que estaban era rompiendo con determinadas fórmulas, proponiendo algo nuevo, algo por lo que no les importó ser tachados de extranjerizantes, y entonces hoy día se reconoce que son patrimonio. Lo preocupante es que si los rockeros deben esperar esos cincuenta años también, para que la gente diga: bueno ustedes pueden ya grabar porque están asimilados por la cultura, ninguno de nosotros llegará a verlo...

Andrés Mir: Justamente, ese es el segundo punto de esta mesa: romper la inercia, pregunto pues... ¿Cuál es la realidad de la difusión del rock en Cuba?

Roberto Fajardo (Sonido Ylegal): El rock es un producto, es algo que se puede vender - estamos hablando del que hacemos en Cuba –, y se puede trabajar, pero el problema está en los promotores, que no les interesa o no hay una campaña fuerte que los haga interesarse en el rock cubano. Entonces es más fácil ir a la s cosas que se hacen netamente en Cuba: el son, la salsa. Y todo parece indicar que a los productores hay que buscarlos afuera.

Abel Pérez: En cuanto a los productores, aprovecho para presentarles a Francisco Gonzáles, un productor mexicano, que está interesado por la música cubana desde hace un tiempo, y en este caso yo tuve la suerte de no ir a buscarlo a México, él vino...

Francisco Gonzáles (Promotor): Soy director artístico y socio fundador de la sociedad civil Luna Negra. Sí hay un trabajo publicado: tenemos dos discos compactos y un cassette; el primero Variaciones en la Cuerda (Volumen I), que es una colección de grupos cubanos, a más decir Sebastian el Toro, Perfume de Mujer, Música de Repuesto y Naranja Mecánica. El segundo, agrupa los trabajos de Perfume de Mujer que son la Ultima Cena y Acuario. El cassette es también de Variaciones en la Cuerda (Volumen I). Me dedico a la producción radiofónica también, como productor de Radio Universidad de Autónoma de Querétaro de México... En general, existen dos tipos de productores: los que se interesan por propuestas alternativas y los que se van por donde va la comercialización de ciertas tendencias. Nos ha motivado producir grupos cubanos por dos razones: la primera, porque hemos encontrado una propuesta alternativa en el buen sentido de la palabra, una propuesta que no va con los convencionalismos; y en segunda, porque nosotros como sociedad civil no buscamos un fin de lucro sino de promoción cultural.

Rodolfo Rensoli: Salvo los dos o tres apasionados que todos conocemos, el rock cubano adolece de una difusión coherente. En la feria del disco conversé con un productor extranjero que decía que en el rock cubano no había las mismas propuestas interesantes que en otros tipos de música. Y yo le pregunté que si él había ido a buscar esa música en la televisión o en la radio, porque sabemos que ahí no la encontraría.

Humberto Manduley: En materia de radio, hay una cosa que hasta cierto punto favoreció al rock y otra que lo ha atajado un poco. Lo favoreció la famosa política de los por cientos, los balances, hay que cumplir con la programación, que generalmente en todos los programas de Cuba es de un setenta por ciento de música nacional y el treinta restante de música extranjera. El realizador que le interese el rock, tratará entonces de aprovechar ese setenta por ciento en función de ese tipo de música. Lo que atenta contra esto es la calidad de las grabaciones. Bueno, los músicos conocen los trabajos que se pasan para grabar medianamente... mediocre.

René Arencibia (ICRT): El rock no es sólo un género musical, el rock es un estilo de vida, una conducta. Siempre fue una manifestación de contracultura, de oposición a dogmas y academias. Y entonces, ahora en estos momentos, en que ya no lo es, ya no pertenece a un país (creo que eso nada más se discute en Cuba) porque es ya una música universal. En estos momentos, el rock en Cuba sigue sin divulgación porque el modo de vida, la conducta de los que son afines a ese género no es del agrado de las instituciones. En la televisión, cuando vas a hacer un programa y dices rock, ya te dicen: No. Si algún funcionario quiere que salga el programa, te pide ni que menciones esa palabra. Después, cuando ya salieron los tres primeros, me dicen: René, ahora es el combate a ver si el programa es bueno o no. Hay casos que podría mencionar: Abigaíl García tenía un programa a las doce del día, y el programa realmente tenía problemas estructurales quizás con los conductores, quizás... podía tener muchos inconvenientes, pero la discusión, el talento que se llevaba fue una utopía hecha realidad, Abigaíl logró poner todo lo que no se divulgaba y creo que había un poco de tendencia al rock en ese programa. Ese programa no gustaba, y el argumento siempre fue que “el programa no le interesa al pueblo, los conductores son muy malos”. Entonces, no es “voy a quitar la hierba mala que me va a echar a perder la caña”, sino “voy a cortar esa caña porque ya”. O sea, nunca llamaron a nadie a discutir, yo pedí una reunión con la Asociación, (porque a la vez represento a la Asociación en la televisión) para que me explicaran por qué habían quitado el programa, y el argumento fue sencillamente que había bajo nivel de luz y los conductores no eran buenos. Claro, esa técnica se pasó al programa “Fantástico”, donde los conductores son igualmente malos o peores y el programa aún peor y ese sí se va a mantener. No era nada más que eso, el talento que había, la fuerza que había, era rock. ¿En la televisión es nula la divulgación el rock? Eso es mentira, pero es iniciativa de uno o dos directores. El Guille Vilar pasa las de Caín para poder mantener “A Capella”, el programa estandarte de nosotros, lo defendemos aunque hay momentos en que está imposible. Ellos lo ven así, el rock es una música no cubana. Es la etiqueta, porque para mí eso del rock cubano es una cosa tonta.

Luis de la Cruz: También se enarbola la bandera de la mayoría... ¿Qué cantidad de la población cubana puede disfrutar del rock? Si tomamos en cuenta de que es la música menos difundida, el resultado debería ser que el rock no se escucha en Cuba y no tiene éxito. Pero sabemos que, por le contrario, todo concierto de rock – salvo raras excepciones– tanto en la capital como en las provincias, es un éxito total. Me parece que hay difusión de la música rock en la radio y en la televisión, ahora, ¿de qué manera se hace? No siempre con la calidad suficiente, no siempre con un estudio profundo de cómo es que se debe difundir esta música. Por otro lado, no me parece que sea que los productores no crean en nosotros, hay bastante gente interesada por la música rock y pop que se hace en Cuba, pero vivimos en medio de un mercado cautivo, que no tiene solvencia económica suficiente como para la compraventa de un disco, un CD, cuya producción es bastante cara. Pero ya el fenómeno se va de la discusión de si el rock es cubano o no, y se mete en un problema que es mucho más profundo: la economía en Cuba, y no voy a discutirlo porque yo no soy economista. Otra de las limitantes que se le achacan a esa música es qué le puede enseñar un rockero cubano a toda la música rock que se está haciendo en el mundo... Ahora mismo (además son cosas que salen bastante poco o salen en los lugares que no tiene gran audiencia) David Torrens firmó un contrato con la EMI de un disco totalmente pop, con elementos del rock-pop, se está vendiendo por una gran transnacional y esta saliendo en toda América. Carlos Varela es otro caso... Entonces, ¿hasta qué punto no tenemos nada que mostrar o no tenemos nada que demostrar? Y volviendo a lo que dije al inicio, ha habido intentos de difusión de esta música que lo que han hecho es afirmar los prejuicios. Hay personas que quieren ayudar y lo que hacen es todo lo contrario: te promueven tocando en un basurero, con una reja delante, qué se yo.

Andrés Mir: ¿Y los conciertos?

Luis de la Cruz: Un gran sufrimiento. Los conciertos generalmente se tornan una suerte de agonía terrible. Primero, en Cuba, no se venden instrumentos en pesos cubanos, al menos de manera oficial, y se sabe que todos los salarios son en pesos, entonces cómo, si el rock es una música que requiere de una cierta infraestructura tecnológica para que se pueda hacer bien, se pueda preparar un proyecto con rigor. Después viene el gran rollo; no hay transporte, no hay audio. Un país donde la gente se levanta cada día y sale a resolver el almuerzo, imagínate que se gasten recursos en el rock; sin embargo, todos los conciertos se llenan. Poder hacer un concierto en estos momentos da pérdidas. El propio Carlos Varela, aun cuando esta protegido por una multinacional, tiene que pagarse muchas cosas para que queden dignos.

Iván Leyva (Señales de Humo): Sobre lo que decía Luisito, pienso que se contradice: si es nacional, es cubano. Respecto a lo de la basura, y la imagen... eso tiene que ver también con la identidad del propio músico, uno hace la música y esta es muy diversa. Cosa Nostra, por ejemplo, su último demo tiene un tema con efectos variados y hay momentos en que se crea un caos. Tú no puedes poner una fiesta, porque carece de sentido, tienes que plasmar un caos. Entonces ya no puedes trabajar con eso del prejuicio, porque por ejemplo Tanya –

que fue la rockera más difundida en Cuba – llegó a reunir en el Teatro América desde niños de cinco años hasta viejos de sesenta. Y tenía un vídeo en que salía en un almacén con dos latones de basura, un ventilador dando vueltas, papeles volando. Por eso, en cuanto al rock cubano si es comercial o no, depende del trabajo de promoción que se haga con él.

Abel Pérez: A partir de que tu le quitas la libertad a la música que haces porque estás pensando en eso, en todas esas maneras de venderla, ya eso no es bueno... La libertad que tiene la música que haces es lo fundamental. Y puedes sonar a cualquier cosa. Pueden ser cuatro palos y un tipo dando gritos: tú música es libre. Que otra gente le ponga nombre, para lo que importan los nombres, pero lo que uno tiene que tener claro es que la música que uno hace tiene que ser libre, si uno se siente libre

Luis de la Cruz: Todo eso tiene un precio y eso pasa en cualquier parte del mundo, o sea, él que sabe cuál es el precio lo asume, si te interesa bien, si no, te vas, lo que no te puedes es comprometer con las dos cosas. Si tú haces arte con mucha libertad, si crees todo lo que tú arte da, lo vas a reproducir; no aspires a que todos lo entiendan, porque no lo van a entender.

René Arencibia: Estábamos en el punto de divulgación, y voy a dar una idea de cómo funciona. La tecnología que utilice para filmar a Fito Páez no fue ni un setenta por ciento de calidad de la tecnología con que filmé a Serrat. Y fue así porque ellos, los que dirigen en la televisión, no esperaban el concierto de un Fito Paéz pelado y con una orquesta de cuerdas, nadie sabía que era Euforia, lo habían oído cuatro gatos en todo el país; y aunque Fito Páez ya había tocado en la plaza y había logrado quizás reunir a cincuenta mil personas, de todas maneras no me dieron la misma tecnología. Otros casos: Síntesis es un grupo que las instituciones divulgan y dan como el ejemplo de lo que ellos llaman rock cubano, pero Síntesis de todas maneras no es un grupo favorecido ni por la radio ni por la televisión, incluso, ya eso es un handicap que tienen en contra, lo que piden de Síntesis los extranjeros, lo que compran, es Ancestros. Ahora tienen que volver a hacer Ancestros, esa es la etiqueta. Carlos Varela logró llenar la discoteca Aché, fue una cosa muy rara, a cinco dólares el cover, que es un cover muy caro para nosotros. Pero lo repleto. De todas maneras, a Carlitos lo pones en un concierto ahora a las ocho y media y no es masivo, la televisión nunca lo ha ayudado, por tanto no es masivo. Para lograr esa difusión hay que disfrazar el producto. Por ejemplo, yo soy de la opinión de que el realizador de “Sonido Subterráneo” fue, como dice Umberto Eco, apocalíptico... Si sabes que están predispuestos contra tu trabajo, pues tienes que buscar las vías de mantenerlo. No es llegar a la cima, sino cómo te mantienes en la cima. Si colocas a un grupo de rock y atrás pones un subterráneo y un ventilador, tres latones de basura, una estatua caída, una columna derrumbada, le estás dando un toque de marginalidad a la imagen de esos grupos, pero si además, en aras de buscar una masividad, eres paternalista, tan paternalista como los que después están valorando tu trabajo y no eres capaz de escuchar y decantar y poder decir, por ejemplo, Cosa Nostra, hoy no vas en esta selección porque tu oferta no tiene calidad, si no tienes el valor de decir eso y agrupas a todos y grabas veintisiete grupos en un día, es imposible que puedas hacer algo de calidad. El realizador sacó una cosa que era muy marginal. En calidad de sonido, en calidad de imagen, en todo, dio la oportunidad para que cualquiera dijera: esto no sirve.

Roberto Fajardo: “Sonido Subterráneo” llegó a ser la novela más corta que se le ha dado a nuestro pueblo. Todavía hay gente que dice: Bueno... ¿y aquel programa que estaban haciendo los rockeros? Gente mayor, gente que no tienen que ver absolutamente con el rocanrol, se alegraron en cierto sentido que estuviese pasando algo. Quizás si se hubiese seguido los capítulos de esa aventura habría sido una de las maneras de romper ese bloqueo que hay con el rock.

Eduardo Mena (Cosa Nostra): El problema fundamental que yo le veo a estos es que las bandas de rock cubano ya están haciendo contacto con compañías extranjeras. Si siguen las cosas así, porque no se ven las vías de difusión, entonces se van a perder muchos grupos para siempre, porque va a suceder lo que sucedió con Rhodas, que no quiso seguir en la lucha y tomaron el “camino de afuera”... Es un precio demasiado alto porque estás perdiendo tu identidad... sencillamente, si los grupos siguen haciendo contacto con compañías extranjeras, capaces de ofrecerle mejores oportunidades, se va a tronchar un trabajo y vamos a perder la oportunidad de esgrimir un rock nacional.

Andrés Mir: Cuba lo que perdería sería el control económico sobre esos grupos... Creo que ese rock sería cubano independientemente de quién lo comercialice.

Eduardo Mena: El problema es que los medios de difusión cubanos ya no van a poder sentirse orgullosos de que “esto” se hace aquí.

Frómeta (Superavit): Tampoco hay espacio para confrontar ideas musicales. A mí no me interesa que me digan que si lo que yo hago es rock o lo que hace Cosa Nostra es rock; a mí me parece que de lo que hay que hablar es de la música, de las grabaciones que las hay, porque ya las ha, es una cosa viva. Casi no hay espacios, está el Café por aquí, otro espacio por allá, entonces es el espacio reducido del rock, y es una característica musical que tiene el rock nuestro, de repente es muy sectario. De repente tu eres la cultura esa y por eso eres marginado. Lo importante es darle espacio a la música que se está haciendo.

Abel Pérez: Siempre todas estas discusiones terminan logrando un espacio que es geométricamente una caja, y lo que hay dentro, lleva un nombre, y lo que hay afuera otro. Creo que hay que romper con eso.

Andrés Mir: Sería útil crear espacios de discusión. Un sólo espacio, como lo sería esta mesa, sirve nada más para algo semejante a lo que hacemos ahora, para levemente definir, señalar, mostrar, lo importante es lograr una continuidad. Me parece, en todo caso, muy loable que una institución como Revolución y Cultura haya dado abrigo a un debate de esta índole, de que se pueda disponer de este espacio para promover otros.

Joaquín Borges Triana: Y es importante porque en Cuba no hay espacio para el lanzamiento, para que los músicos jóvenes, se en a conocer por primera vez y su presencia en los medios sea sistemática. No hay un medio que saque a luz proyectos desconocidos, todo el mundo trabaja con las grandes figuras. Y aún cuando hay buenas intensiones yo he estado presente en discusiones con Juventud Rebelde con la sección de rock cuando no la han sacado porque Iván Lins esta en la Habana. Hasta cierto punto hay que priorizar a Iván Lins, pero qué pasa con todos nosotros que cada día estamos más viejos y más desconocidos.

Abel Pérez: Ahorita hablábamos de “Sonido Subterráneo”, que estuvo mal hecho. ¿Qué paso con lo que hizo la juventud en el Carlos Marx? Fue otro Sonido Subterráneo, en un día agrupar a todos con un audio pésimo, discusiones, una carretilla...

Frómeta: El problema es cuando por ayudar al rock – que puede ser un interés con buenas intensiones –, no es genuinamente cultural. Funciona aquello de: bueno, para que no digan que están marginados, vamos a meterlos en el Carlos Marx, en el teatro más prestigioso más prestigioso de esta ciudad. Casi siempre esas experiencias son traumáticas, porque generalmente después crean el prejuicio...

Luis de la Cruz: hay que tener cuidado en diferenciar entre difusión e intereses políticos y culturales, pues funcionamos en un tiempecito como los monitos raros, éramos un grupo de gente rara que hacía falta ver cómo nos “atendían”, darnos cierta participación, y ahí viene la masividad, venga para acá todo el mundo, y eso no es promoción.

Andrés Mir: La difusión de la cultura cubana adolece históricamente de bandazos. Fue una época el bandazo de la nueva trova, después la época de los duos, la de los solistas, ahora estamos pasando el “boom” de la salsa, ¿qué vendrá después?

Rensoli: No hay que olvidar que en esto también ha un fenómeno de inversión, de poder económico.

Humberto Manduley: Quiero añadir que si todo se ve desde el punto de vista comercial, estamos perdidos, porque todo no puede ser comercial. Entonces nunca imprimas a Lezama Lima. Las películas de tarkovsky bórralas del mapa. Entonces importan nada más que western, Rambo, publica sólo novelas policiacas, Tarzán... Hay que dar un diapasón de elección para todos los gustos, opciones. Donde hay elección posible, ahí es donde puedes decir: esto tiene calidad o esto es mejor que lo otro... ¿Van a decir que el rock internacional tiene mejor calidad? Hay miles de grupos extranjeros que están fritos. Pero están. Van, graban, demuestran lo frito que están. Hay una constancia de que son malos o buenos pero hay una constancia. Mientras no puedas poner un producto encima de la mesa para que se pueda decir está bien hecho o está mal hecho, es utópico todo lo demás.

René Arencibia: En el noventa y cinco vino aquí la estrella del rock en Belice, Andy Palacio, y yo hice los video Clips, o sea, la campaña a este cantante. Para grabar ese disco en Cuba, reunieron a Esteban Puebla, tecladista de Síntesis, Jovany Dervy, saxofonista, Dannys Prieto, baterista, janvan Gonzáles hizo el bajo y los efectos y Norberto Rodríguez hizo la guitarra. Este disco (la distribución en México va por la compañía Lejos del Paraíso) ha quedado como uno de los cinco discos del Caribe más importantes y mejor llevados por la crítica, hasta en Los Angeles. Quedé asombrado cuando vi eso. El embajador norteamericano en Belice me decía: es imposible que ese grupo esté en Cuba, y yo decía: este grupo está haciendo de lo mejor del jazz en nuestro país. También regale el disco a Síntesis. El hombre se quedó loco con aquello. Lo que sucedió con Andy Palacio pude suceder en Cuba con cualquier otro cantante, lo que es difícil que tú reúnas cuatro estrellas aquí, para servir de apoyo en la grabación de un disco.

Ivan Leyva: De hecho, ahí están los buitres rondando esta historia, ahí están todos los disqueros de España, de otros lugares, tratando de hacer un disco pagándole dos pesos a uno. Pero hay cierta ética, cierto deseo de hacerse respetar.

Andrés Mir: Humberto dijo que el comercio no podía ser el único factor que dirigiera los intereses de los músicos y yo lo apoyo. Pero, de que es uno de los factores que más incide, que más aprieta... para poder grabar siquiera un disco, hay que pagarlo.

Humberto Manduley: Efectivamente, el sentido económico tiene un peso fundamental, pero no todo se puede ver con una óptica economicista. Se ha perdido muchísima historia musical de éste país, porque la gente no tiene acceso al estudio, a grabar... si encima de eso, después hubo una época en que se borraron las cintas de quienes abandonaban el país, entonces hemos perdido y estamos perdiendo historia y ahorita no nos va a quedar historia.

Luis de la Cruz: Yo creo que es necesaria, en un primer momento, una inversión... Cualquier artista, en una primera gira siempre resulta un tanteo del mercado. Eso lleva un trabajo. Pero aquí carecemos espacios, algo que aqueja no solamente al rock, sucede con los trovadores, con los jóvenes compositores de música contemporánea clásica, más abandonados, más marginados que esos no hay. Los jazzistas, ¿dónde están? En política cultural no tenemos un diseño para tratar de que – aunque en teoría – haya espacio para todo.

René Arencibia: Es el eterno dilema que se da en todas partes pero que en Cuba se agudiza: los que tienen los medios de producción en sus manos, ¿qué son? ¿Políticos o creadores? Y cuando son políticos están regidos por otros criterios, son otro los criterios que prevalecen. Y no puedes hacer una política inteligente para difundir ni rock, ni trova, ni jazz, si no conoces jazz, si no conoces trova, si no conoces rock. No hay un criterio porque no puede haber un criterio, no lo conocen. No hay audacia ninguna, porque está la predisposición.

Elizabeth Díaz: Bueno, se han dicho muchas cosas acertadas pero ha habido algunos juicios injustos: aquí se dijo, por ejemplo, que en la televisión era nula la divulgación del rock y otro compañero dijo que el rock era el género musical más mal difundido en Cuba. Sin embargo, ustedes mismos han matizado estas expresiones porque aquí, conversando, han salido programas de televisión, programas de radio, grupos musicales que se han difundido, el programa sonido Subterráneo que no se quitó porque fuera rock sino porque era mal programa. Era una duda que yo tenía, si era porque era rock o porque era mal programa, porque a mí me gustaba independientemente de las deficiencias que tenía. Por otra parte han expresado preocupaciones propias del rock pero que también se comparten para otros géneros musicales como es la imposibilidad de grabar, como es la imposibilidad de promoverse... Ustedes mismos han matizado sus afirmaciones rotundas.

Eduardo Mena: Pero ninguna de esas oportunidades ha sido propiciada por una política cultural, ni por un interés de la televisión como organismo...

René Arencibia: El programa “En Confianza” que Humberto y yo hacíamos años atrás, todos los meses eran discusiones constantes. Al cabo del año, ganando nosotros todos los premios nacionales que pudo haber ganado la televisión con un programa, premio 4 de Abril, premio Caracol y premio Coral en el Festival de Cine de la Habana, por primera vez para un programa de la televisión cubana y para un programa habitual. A pesar de todo, al cabo del año ya eran demasiadas las discusiones. La última la tuvimos el día de la Cultura Nacional, que estaban empecinados que le hiciéramos el programa a no sé quien y nosotros no estábamos de acuerdo. Al final del camino se lo hicimos a Gonzalito Rubalcaba. Y ellos lo vieron, pero no les gustó. No obstante, ese programa lo mandamos al otro año y también ganó el premio 4 de Abril. Pero ellos no creyeron en los premios ni creyeron en la factura del programa. Se lo llevaron del aire. Primero se llevaron la sección de música, y cuando no pudieron se llevaron el programa. Claro, los tiempos cambian. En estos momentos sería más difícil. De todas maneras, vale la lucha. Me dicen vuélvelo a hacer y lo vuelvo a hacer.

Luis de la Cruz: O “Telemúsica”, que era un programa importantísimo, porque estaba dándole vida al vídeo clip en Cuba. Y todo el mundo empezó a hacer vídeo clip porque había un espacio, sobre todo para los desconocidos. Hasta donde estoy informado “Telemúsica” se lo llevan del aire por supuestas manipulaciones de la publicidad, el uso de la mujer y el sexo. Nosotros, que éramos los que menos manipulábamos a la mujer, nos fuimos del aire, y los que la manipulaban siguen ahí...

René Arencibia: No es cierto, Luis, ellos también se vieron afectados. “Telemúsica” se fue desaparece porque la imagen de la mujer cubana que hay en los clips supuestamente no es la adecuada. Los productores lo que quieren, por su parte, es una mulata, un gran fondillo que se menee. Eso es lo que vende y existen códigos y existen esquemas que están hechos para un vídeo clip tanto en Cuba como en México o Estados Unidos. Los productores no quieren un vídeo clip – aunque sea de salsa – alternativo, de propuestas artísticas, porque a lo mejor no vende. Y su objetivo es vender la música. Esa es la realidad. El caso es que perdieron los demás, porque todos fueron pasados por le mismo filtro. En la televisión cubana todo el mundo se siente reflejado y todo el mundo manda. Así el vídeo clip cubano se ha perdido. Quiero que sepan una cosa: los rating eran increíbles. “Telemúsica” tenía más rating que “Colorama”. Nuestro clip logró con los recursos mínimos competir. Porque es bueno saber que los vídeo clips, tienen un techo tecnológico, independientemente del talento del realizador, el vídeo clip es un hijo también de la tecnología. Ernesto Fundora sólo hizo tres con grupos de rock: Cha-cha-chaplin boy, que fue su primer trabajo, totalmente marginal, con películas vencidas regaladas, el clip de Carlitos y el de Santiago Feliú. Este último es una obra de arte, sin embargo, el de Carlos Varela, a pesar de ser el más barato de todos, hizo mucho por él. Cambió la imagen de Carlitos. Ya no era un tipo con sombrero que cantaba canciones ambiguas. Y muchas personas que no gustaban del rock se acercaron a Varela.

Tenemos que estudiar muchísimo, tenemos que ver, y escuchar mucho rock, para ver cómo se hace y saber decantar cuál es el malo y cuál es el bueno y nosotros irnos superando y saber que, de todas maneras, como único podemos luchar es haciéndolo mejor. Que ya encontraremos nuestro espacio. Hay problemas de divulgación. Pero son bastante parejos. No hay espacio para tocar. Pero no existen espacios para los salseros tampoco, tienen la Tropical nada más. Los Palacios de la Salsa, los Aché, eso no es espacio para el pueblo. Ese es espacio para quien tiene el dinero para pagarlo, que son cuatro extranjeros y sus acompañantes. Las condiciones son malas para mucha gente, pero en el caso del rock, se acentúa más. Por una predisposición que tiene que ver, en primer lugar, con el modo de vida que vende el rockero, por su condición, por la imagen de contracultura que da, en el extranjero y también aquí.

Andrés Mir: yo quería, a modo de conclusión, decir que de toda esta conversación se sacan varias cosas en claro: primero, que la música rock, o la música alternativa (ya ampliándonos al jazz, al rap, a otras vertientes) es música cubana; es parte de nuestra cultura y que eso no puede crear dudas, un argumento contrario ya perdió validez, no convence en boca de nadie, y que como parte integrante de nuestra cultura, debemos defenderla.

¿Cómo? Ya René lo dijo mejor que yo: se necesita estudiar mucho, aprender mucho, saber escindir dónde hay calidad y dónde no, superarnos nosotros mismos; debemos comprender que esta es una relación de profunda responsabilidad con nuestra propia cultura que implica un profundo trabajo conjunto. Se ha demostrado que la materia prima existe: talento, laboriosidad, iniciativa; declaro entonces cerrada la sesión en espera de un debate que ojalá no sea tan lejano como necesario, y en el cual – al igual que en este – vengamos todos sin coraza, pero con las espadas desenvainadas, como bien se estilaba en los remotos tiempos de la tabla redonda del Rey Arturo. Muchas gracias.

CAPITULO III

Algunas conclusiones.

Orígenes Del Rock En Cuba.

50’s.

Protagonistas.

Etapa influenciada por Fats Domino, Presley, Bill Halley y sus cometas, Pab Bon y Chuck Berry, entre otros.

1959 Luisito Bravo, un oriental descubierto por un abogado que lo lleva de Palma Soriano al Cabaret Nacional Parisien y en al Toreador, abre el rock en Cuba con dos LP’s Tu canción” y el otro “Luis Bravo”. Grabó aparte con la firma cubana Velvet, de capital venezolano, muchos simples: uno llamado “Ya tú ves” de Fats Domino, y “Torna Sorrendo” de Presley, vendida como “Tiernamente”. Imitaba a Neil Sedaca y a Paul Anca. Tras el triunfo de la Revolución, la intervención de la Velvet y la partida de su dueño, hace que se marche para Venezuela. Años después, viaja hacia los Estados Unidos donde muere en el año 91 ó 93.

Después, Enrique Orlando su chofer, comenzó a cantar covers sin llegar a tener tanto éxito.

En cuanto al rock subterráneo, estaban los Vampiros: un cuarteto formado por Salvador en el Saxofón, Walterio en el bajo, Fredy en la guitarra y Alejandro en la batería. Cantaban canciones de Jony Laboriel los rebeldes del Rock, como “Dulce Tontería”, y “La Hiedra Venenosa”. No solamente se inspiraron en canciones de habla inglesa sino también en canciones de habla hispana de algunos grupos mexicanos. Fueron muy famosos pero no consiguieron grabar.

Características.

Etapa de imitación, sólo se interpretaban covers.

Aceptación Social

Fue la etapa de esplendor y de mayor aceptación por parte de la sociedad cubana.

Divulgación y participación de los Medios de Comunicación (Prensa, Cine, Radio, T.V.)

Fue una etapa donde el Cine pasaba las películas de Presley. Donde la radio y la televisión daban grandes espacios para el rock.

Comercialización.

Etapa capitalista de mucho comercio.

60’s.

Protagonistas.

Los Satélites eran un remake de otro grupo de igual nombre de la década de los 50’s, de Gonzalo Romeo. Tocaban los rock de Chuck Berry, en general música negra americana.

Los Astros con Raúl Gómez, tomaban las canciones exitosas y hacían con ellas versiones en español, llegaron a grabar en los estudios de radio Progreso

Los Halcones a comienzos de los 60’s tuvieron mucho éxito hasta el 66. De esta misma banda se forma El Quinteto Negro, interpretaban canciones del Twist.

Dany Puga, llamado realmente Cristobal Puga crea muñequita que vende mucho. Luego canta algunos boleros con ritmo de rock lento como: “ Bésame Mucho y Lluvia ”.

Yo soy uno de los primeros en componer música rock, y tengo canciones del 65 y del 66 en el patrimonio nacional.

Los Barba, los Magnéticos, componen también su propia música a finales de los 60’s.

1969. Los Alma Vertiginosa empiezan.

Los Kane y Los Zafiros aparecen en esta década.

Características.

Fue una etapa de imitación, puesto que, como la gente no podía ver las presentaciones de los grandes artistas como: Los Monky, Heman Hermitz, Searchers, Los Beatles, o Zombi, entonces a los grupos rockeros no les quedó más que dedicarse a tocar sus covers.

Sólo hasta los últimos años de la década se dejaron a un lado las imitaciones y la composición se abrió paso.

Los seguidores del movimiento rockero no llegaron a ser nunca de la clase baja.

Aceptación Social.

Los grupos considerados como no-profesionales atraían a mayor cantidad de público que los demás. Pero al surgir el Mozambique y por ser mucho más ritmático, hizo que la mayoría de los músicos de color se alejaran del rock.

Otro de los aspectos interesantes fue el temor que les producía a los músicos del son el hecho de ver en sus viajes el monstruo que era en el exterior. Tanto se desprestigió que en consecuencia muchos de los grandes talentos se fueron perdieron, al irse para el son.

En el grupo de Experimentación Sonora del ICAIC algunos de los músicos rockeros no les quedó más que enmascarasen como trobadores pero el rock siguió allí, en la temática de las letras, etc. Santiago Feliu, Gerardo Alfonso, salieron igual con la misma temática del rock atrás y otros más.

Divulgación y participación de los Medios de Comunicación (Prensa, Cine, Radio, T.V.)

Hubo apoyó aunque nunca se acepto que los grupos trataran de componer sus propios temas.

Comercialización.

En los inicios de la Revolución fue decreciendo el comercio del rock.

70’s.

Protagonistas.

1977. Surge Viento Solar. Los Barbas y Los Magnéticos se van por los covers. Seguían Los Almas Vertiginosa, Los Sonidos X. Aparecen Los Gnomos, Sección Oculta, Mi Nueva Generación, La Guerrilla de Landy.

Características.

En esta etapa hay un estancamiento en todo los aspectos.

Divulgación y participación de los Medios de Comunicación (Prensa, Cine, Radio, T.V.)

En el 71 ó 72 en la radio salió del aire toda la música en ingles. Luego continuaron con la música en español y hasta Santana fue censurado.

80’s.

Protagonistas.

Los grupos profesionales como Los Dadas, los Magnéticos, Los Barbas (muy a lo Chicago y con canciones propias) seguían.

Continua Viento Solar ahora haciendo un jazz rock.

Siguieron Los Nueva Generación (Aramis fue integrante en esta última formación).

Estaban los Taxón, Los FM, Metal Oscuro, Ovni, Zenit y otros más. Todos hacían Trash y Heavy Metal. Génesis, Arte Vivo, Sputnik, Electra, Zeus

Características.

Esta es la época del renacer. Hasta mediados de los 80’s siguieron predominando los covers, pero en el año 86 un grupo con temas propios y en español toma importancia. Llenan el Anfiteatro de la Habana siendo no-profesionales, solos, sin recursos y con un audio de tan sólo 100 Watts. Fueron los que dieron la pauta para crear un rock completamente nacional.

A pesar de la Danza de los Millones: periodo en que había mucho dinero pero no había productos de consumo; la carencia de instrumentos se incrementó.

Los que poseían la música eran privilegiados.

Aceptación social.

Eran mal vistos y censurados por los dirigentes. Algunos recibieron amenazas por parte de los CDR. La policía era la única autorizada para negarles o acceder los permisos para tocar.

Fue una etapa de persecución.

Divulgación y participación de los Medios de Comunicación (Prensa, Cine, Radio, T.V.)

Hasta las personas que empezaron a tener grabadoras en esta etapa de la Revolución atentaron contra los grupos, pues las fiestas de quinceañeras, que eran espacios adecuados para difundir su música o por lo menos dar a conocer la calidad de sus covers desapareció, pues un cassette implicaba menos gastos.

Un programa de radio llamado “Now” que desapareció años más adelante transmitía la música de Depp Purple, Led Zeppelin, etc. Otros de los programas fueron Buenas Tardes que colocaba a Los Dadas, etc., y “Sonorama” que transmitía música rock de 12:30 a 1 P.M.

En cuanto a la televisión, un programa llamado Diez y Treinta P.M. colocaba grupos cubanos doblando o a veces tocando. Participaron del programa Los Signos y Los Magnéticos.

1981. El 4, 5 y 6 de Diciembre, primer festival llamado Invierno Caliente realizado en la Casa de la Cultura de Plaza. Con la participación de 9 grupos, entre ellos: Los Magnéticos, Génesis, Los Dadas, Arte Vivo, Sputnik y Electra.

1988 en diciembre el Patio de María a cargo de María Gattorno se convirtió en la Meca del rock.

1988. Se creo luego La A.M.A.R. Asociación de Músicos y Autores de Rock, no-gubernamental para apoyar a los grupos en los instrumentos, etc. Lo integraron Los Taxón, Los FM, Metal Oscuro, Ovni, Zenit y otros más.

1989. Otro de los festivales en la Provincia de Cien Fuegos, en un lugar llamado Cruces, uno de los participantes Zeus.

En las playas de Marianao se hacían muchas fiestas.

90’s.

Protagonistas.

En los primeros años de esta década se desintegra el grupo Venus. Rotura uno de los pocos grupos de punk sobrevive poco tiempo. Heinz al igual que Síntesis (Cabrildo rock) fueron los grupos mimados de los medios.

Otros grupos como Cosa Nostra, Elévense, Bolsa Negra, Moneda Dura, Extraño Corazón, Carlos Varela, Cetros, Tendencia, Joker, Garaje H, Ovni, Viento Solar, Orus, Zeus, K.K., Anima Mundi, Enlace, Mephisto, aún continúan.

Características.

En esta época el rock se ha ido enriqueciendo de varios estilos.

Aceptación social.

Muchos de los trovadores que criticaron el rock en una época, ahora aceptan que son rockeros.

Divulgación y participación de los Medios de Comunicación (Prensa, Cine, Radio, T.V.)

Un programa de Radio Ciudad de la Habana dirigido por Juan Camacho empezó a hacer promoción del rock del grupo Heinz y de rock extranjero en general.

1990 –91 –92. Se realiza el Festival de Alamar.

1990 ó 91. Festival Ciudad Metal en Santa Clara, grupos en su mayoría con tendencias

agresivas: Trash, Death, Black, Doom.

Las salidas al exterior de varios grupos han empezado a abrir puertas para que otros más puedan salir y para que el movimiento de rock cubano se vaya conociendo en el exterior.

Comercialización.

La salida de varios grupos al exterior, sobre todo a España y México, ha creado expectativas favorables para la producción del todavía mercado virgen cubano.

El Rock También Es Cubano.

El rock que se hace en Argentina, es rock argentino; el rock que se hace en México, es rock mexicano; el rock que se hace en Inglaterra, es rock británico; entonces el rock que se hace en Cuba, ¿porqué no podrá ser rock cubano?

Ya desde aquellos grupos que por los, sesenta, setenta, hacían aquel rock bastante mimético, había la intensión de expresarse de una manera particular. No con ello afirmó que estos grupos puedan considerarse del todo como rock cubano, sino como los orígenes de un rock cubano. Me explico. Es diferente una persona que nace en Cuba, crece en Cuba y vive en Cuba, a una persona que no nace en Cuba, no crece en Cuba y vive en Cuba. La primera persona sin duda es cubana, la segunda persona no es cubana, pero podría llegar a serlo, eso es claro. Esto mismo pasa con cualquier manifestación cultural y el rock no es la excepción. Si lo vemos en este contexto, el rock no nació en Cuba, no creció en Cuba pero vive y ha vivido en Cuba desde hace muchísimos años. Ahora bien, que pasó en Inglaterra, en Argentina y en México. ¿Acaso estos países por no mencionar a muchos otros, perdieron su identidad cultural para convertirse en seguidores y consumidores de una cultura importada?

Bastante descabellada y apresurada me parecería a mí una afirmación de esa índole, pero podría ser afirmativa, si y sólo si, se escuchara en estos países únicamente rock norteamericano. Y de ser así, no se podría hablar ni de rock británico, ni argentino, ni mucho menos mexicano, porque sería absolutamente rock norteamericano, hecho por norteamericanos, y para norteamericanos. No tendría nada, absolutamente nada que lo identificara como un rock nacional, y he aquí el punto al que quería llegar. Inglaterra, Argentina y México, simplemente le concedieron la residencia permanente y con ello el rock dejó de ser extranjero para convertirse en un ciudadano más que observaba, analizaba y criticaba su propia sociedad y no a la sociedad norteamericana.

Pero todavía en esta primera etapa de los sesenta, setenta, no podemos hablar de rock cubano sino de origen de un rock cubano, porque a pesar de ser los interpretes cubanos, faltaba algo más.

Esa primera etapa era realmente covers, es decir, se tomaban las canciones de los grupos famosos norteamericanos o británicos y se hacían con ellas versiones en español, pero ¿había realmente algo que lo identificara como un rock nacional?

Indudablemente que no, a pesar de que los interpretes aportaran su propio estilo, pues ¿si la Orquesta Sinfónica Cubana tocara el himno nacional de los Estados Unidos de América, con coros en español, podría llamársele el himno nacional de Cuba, sólo por ser interpretado por cubanos? Innegablemente que no y así mismo pasaba con el rock en aquella época.

Pero sirvió de base para lo que hoy se puede llamar como rock cubano. Puro y autentico rock cubano que ha logrado hoy por hoy, adquirir identidad.

Morfológicamente hay determinados trabajos en algunas agrupaciones que se siente que sí hay elementos de lo que la gente ha dado en llamar la música cubana; - afirma Joaquín Borges Triana -, por ejemplo, para ir un poco más atrás, en acercamientos que se han hecho al folclor de origen campesino, al zapateo, al punto, a la tonada, pienso en una obra, por ejemplo como el zapateo de Mike Porcell hecho por Síntesis, o el punto para un guajiro nuevo que tocaba Arte Vivo, de Leyva, en que se acercaban al rock a partir de elementos del folclor, del campesino. Y están las cosas más conocidas, a partir del trabajo de agrupaciones como Síntesis. Ese ha sido un recurso y a veces la gente piensa que tú das elementos de lo cubano a partir de emplear la percusión, pero a veces eso va mucho más lejos, por ejemplo, al trabajar la síncopa, en determinado diseño de los instrumentos, especialmente en el tratamiento del bajo. Un grupo bien popero, como Paisaje con Río, en muchos temas en el diseño que hace Ernesto Romero del bajo hay elementos de la música típica de Cuba; y en determinadas formas en que está diseñado el trabajo rítmico, muy sutilmente, pero ahí esta lo cubano; como, a veces, en determinadas inserciones del drum, incluso en trabajos más ortodoxos, como podría ser lo de una gente como Cosa Nostra, y sin embargo, allí hay elementos de esa rítmica cubana. Muy tangencialmente, pero están ahí, y un oído avezado se percata perfectamente de eso. Ahora, no creo que eso sea justamente lo primordial, lo fundamental. Hay quien lo puede hacer a través de sencillamente hablar de su realidad, textos que te das cuenta que únicamente los puede hacer un cubano. E incluso hay algo que resulta – por lo menos en mi caso – que está en la sonoridad: tú oyes las agrupaciones de Cuba y después te sientas a oír el trabajo de los argentinos o el trabajo de las bandas de rock españolas, hay algo, hay cosas que son muy sutiles y que te das cuenta que es un grupo cubano. Cosas que aveces uno conceptualmente no sabe cómo definirlas. Pero hay elementos que quizás estén dados por las propias carencias materiales, por la forma en que la gente graba, por los recursos, que no son los mismos con que cuenta esa gente en el extranjero para trabajar. Pero son elementos que te están dando que esa es una cosa hecha por un cubano y hecha en Cuba.

El rock cubano es un hecho incuestionable, ya Leo Brouwer lo decía, cuando en los tiempos de Experimentación Sonora que en la célula rítmica del rock había elementos de la rítmica cubana.

BIBLIOGRAFÍA

Algunos textos sobre la Historia del Rock tomados de Internet.

Mir Andrés. Otra Tabla Para el Rey Arturo. Revista Revolución y Cultura. Año 36, No. 4/97, p. 4 – 11.

Fariñas Iván. Entrevista. Historia del Rock en Cuba.

Hernandez Aramis. Entrevista. Historia del Rock en Cuba.

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